Ir al contenido
_
_
_
_

Alemania rechaza ampliar el presupuesto europeo como busca Bruselas y reclama España

En su posicionamiento de cara al debate sobre el marco financiero plurianual de la UE, al que ha tenido acceso EL PAÍS, Berlín reitera también su negativa a prolongar o refinanciar el fondo de recuperación

Sede de la Comisión Europea en Bruselas
Silvia Ayuso

Alemania se posiciona ante la inminente dura negociación de los presupuestos a largo plazo para la UE, el denominado marco financiero plurianual (MFF, por sus siglas en inglés). Y lo hace, desde su tradicional rigor fiscal, rechazando la idea de aumentar su volumen más allá del 1% del PIB anual actual, tal como ha propuesto la Comisión Europea y apoyan países como España, que aboga incluso por duplicarlo. “No hay base para aumentar el volumen del MFF en relación con el PIB”, zanja Berlín sobre el incremento presupuestario que se baraja y que debería empezar a ser discutido a partir del mes que viene, una vez Bruselas presente su propuesta legislativa presupuestaria.

En el mismo sentido, Berlín también se niega, una vez más, a prolongar el fondo de recuperación; e insiste en que hay que empezar a devolverlo a partir de 2028, aunque se abre para ello a que se haga mediante nuevos ingresos. En cualquier caso, no deberá materializarse “a expensas del presupuesto regular de la UE y sus programas”, recalca el Ejecutivo alemán en su posicionamiento ante el próximo presupuesto plurianual tras el fin del actual, que concluye en 2027. En este documento, al que ha tenido acceso EL PAÍS, Alemania pide también reorientar el gasto actual de cara al nuevo periodo, en teoría desde 2028 y hasta 2034 (aunque podría ser limitado a cinco años), para dar prioridad a la defensa y a proyectos transfronterizos, especialmente en materia infraestructura energética.

En un tono conciliador con el que muestra su disposición a negociar, el Gobierno del canciller Friedrich Merz admite el mantenimiento de la política de cohesión y la agrícola. Pero subraya, eso sí, que estos deberán ser repartidos y gestionados de manera más eficiente. Como contribuyente neto, Berlín no tiene problema, por otro lado, en seguir reclamando sus cheques de descuento.

Que la UE necesita más dinero para afrontar los crecientes gastos de los años venideros —para consolidar la transición ecológica y digital, aumentar la competitividad, mejorar su defensa ante las nuevas amenazas y, también, empezar a pagar sus deudas como el fondo de recuperación— no lo duda casi nadie. Tampoco es un debate nuevo. La cuestión —y la potencial bronca— es cómo conseguir esa financiación extra. Un debate cada vez más candente, puesto que la Comisión Europea debe presentar su propuesta legislativa para el nuevo marco financiero plurianual, el presupuesto a largo plazo de la UE, dentro de un mes. Lo hará previsiblemente el 16 de julio.

A la discusión ha entrado ahora Alemania, uno de los considerados como socios frugales del bloque, con una propuesta que insiste en el rigor fiscal. Pero no se cierra en banda, como previsiblemente sí harán otros halcones como Países Bajos, a la propuesta comunitaria de impulsar los impuestos europeos. Aunque el documento germano enmarca a Berlín en este tradicional grupo de países alérgicos a endeudamientos, las fronteras de estos ya no son tan inamovibles, sobre todo por el esfuerzo extraordinario que la guerra de Rusia contra Ucrania está obligando a realizar a Europa en materia de defensa. Así, otros Estados también ligados a la línea frugal, como Estonia, son defensores ahora de los eurobonos para la defensa. También Dinamarca esgrime la amenaza rusa como argumento para relajar su posición.

La semana pasada, la primera ministra danesa, la socialdemócrata Mette Fredriksen, se desmarcó incluso del grupo informal conocido como los Cuatro Frugales —la propia Dinamarca, más Países Bajos, Austria y Suecia— formado durante las negociaciones presupuestarias de 2020.

“Como daneses, siempre seremos duros en las negociaciones sobre el presupuesto. No queremos que se gaste dinero [en nada] que no sea necesario para Europa. Así que seremos duros, pero formar parte de los Cuatro Frugales ya no es el lugar adecuado para nosotros”, dijo Frederiksen durante un encuentro con la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola. “Lo más importante es rearmar Europa. Ese es mi punto de partida, y esa es mi conclusión en todas las discusiones. Porque si Europa no es capaz de protegerse y defenderse, en algún momento se acabó el juego”, agregó durante la comparecencia, en declaraciones recogidas por Euronews.

Fin de los Next Gen

En lo que sí es taxativa Alemania es en rechazar una refinanciación del fondo de recuperación: “En el próximo MFF, los reembolsos de Next Generation EU [el fondo de recuperación para superar los estragos de la pandemia de covid] deben comenzar a partir de 2028. El Gobierno federal rechaza una perpetuación de este instrumento extraordinario y temporal”, subraya el documento. E insiste: “Una prórroga está legalmente excluida”.

España, que ya movió ficha en febrero de cara a este debate presupuestario ahora a la vuelta de la esquina, ha planteado refinanciar el pago de la deuda contraída por el fondo de recuperación. Esta debería empezar a pagarse pronto a un ritmo de 30.000 millones de euros al año, con lo que reduciría mucho el margen para otras partidas. Y no solo apoya la iniciativa ya adelantada por Bruselas de ampliar el presupuesto europeo. Al contrario que la Comisión, que todavía no le ha puesto una cifra, en su posicionamiento Madrid reclama que las cuentas de la UE aumenten su gasto “al menos hasta una cantidad anual del 2% del PIB”, el doble del presupuesto ordinario en la Unión.

El argumento alemán para rechazar ampliar el presupuesto a costa de los Estados es que el margen financiero de estos, al menos en un “futuro previsible”, seguirá siendo “limitado”. Por ello, continúa en su posicionamiento, “las contribuciones de los Estados miembros deben seguir siendo sostenibles a largo plazo, previsibles y adecuadas”.

Ante el “difícil punto de partida” de la nueva ronda de negociaciones presupuestarias, Berlín reclama un nuevo marco financiero plurianual “modernizado”, que dé “prioridad al gasto con valor añadido europeo, incluida la inversión en gastos orientados al futuro, la innovación y la transformación, así como la financiación de bienes públicos europeos”. También sostiene la necesidad de “comprobar la eficacia de todos los gastos existentes, teniendo en cuenta el principio de subsidiariedad y las responsabilidades de financiación de los Estados miembros”.

En este sentido, Alemania también reclama que se tenga en cuenta a la hora de decidir sobre nuevas asignaciones el “elevado nivel de compromisos pendientes de liquidación”, en referencia indirecta sobre todo a los fondos estructurales no gastados por países como España y que quedan como remanentes del presupuesto actual. Por otro lado, el documento del Ejecutivo de Merz se desmarca de la propuesta de la Comisión de reformar el modelo actual de los fondos de cohesión y reclama tanto que se siga reconociendo la estructura federal como que “todas las regiones sean elegibles” para estos fondos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Silvia Ayuso
Corresponsal en Bruselas, después de contar Francia durante un lustro desde París. Se incorporó al equipo de EL PAÍS en Washington en 2014. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, comenzó su carrera en la agencia Efe y continuó en la alemana Dpa, para la que fue corresponsal en Santiago de Chile, La Habana y Washington.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_