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Alemania resulta el país más beneficiado por los efectos indirectos del fondo de recuperación

Un estudio del centro de investigación de la UE y de economistas de la Comisión revela que los países más integrados en el mercado único son los que más efectos indirectos reciben del ambicioso plan fiscal contra la crisis provocada por la pandemia

Un parque eólico entre España y Francia financiado en parte con dinero del plan de recuperación.
Manuel V. Gómez

El Fondo de Recuperación se ha convertido en el gran paraguas de inversión pública para muchos países de la UE, especialmente para los dos que acaparan más de la mitad, Italia y España, que recibirán 193.000 y 163.000 millones respectivamente entre subsidios y préstamos. Pero ese estímulo económico cruza fronteras con facilidad en el mercado único y llega a otros Estados a través de cadenas de valor y compras. Son los denominados efectos indirectos (spillover) de las ayudas públicas. Y ahí los nombres de los más beneficiados cambian: Alemania destaca sobre el resto con mucha diferencia. Hasta el punto de que el impacto indirecto de las ayudas, más de 43.000 millones durante 10 años, casi duplica el tamaño de su plan de recuperación, por unos 23.000 millones en subvenciones directas (Berlín no pidió créditos), según un estudio reciente del Centro Común de Investigaciones y de economistas de la dirección general de Economía y Finanzas, dependientes ambos de la Comisión Europea.

Cuando se observa ese estudio al detalle, se ve que los países de Europa central son los que más dividendos recogen de estos retornos. Alemania es, desde luego, el Estado miembros más beneficiado si se toma el volumen total: esos 43.000 millones a lo largo de 10 años, periodo utilizado por los investigadores y bajo el supuesto de que el plan se despliega completamente. Pero si se mide en relación con el tamaño de la economía, entonces los que más frutos recogen son países más pequeños con Eslovaquia y Eslovenia a la cabeza. En total, la suma de todos los países asciende a 345.000 millones de efectos secundarios, retorno o spillover, palabra inglesa que se utiliza en la jerga económica.

A la hora de explicar esto, la propia Comisión Europea, haciéndose eco del documento, explicaba en una comunicación presentada la semana pasada sobre el Fondo de Recuperación que “los países de la UE más integrados en el mercado único son los que más se benefician de los efectos indirectos”. “Los mayores beneficios indirectos en relación con el PIB se observan en Eslovaquia, Eslovenia y Chequia, debido a su profunda integración en las cadenas de valor de la UE”, continúa el Ejecutivo de la Unión.

Ninguno de estos países figura entre los principales beneficiarios directos del que es el programa de inversión más ambiciosos de la historia de la UE, que se aprobó en 2020 y tiene el potencial de repartir 650.000 millones de euros a los Estados miembros entre subvenciones y créditos. La asignación de esos fondos se realizó teniendo en cuenta tanto el tamaño del país como, sobre todo, la gravedad de la crisis que provocó la pandemia. Eso explica que Italia, con 194.300 millones, y España, con 163.000, ambos entre subvenciones y créditos, sean los más beneficiados. También Grecia, Portugal o Croacia aparecen como los más beneficiados si se mide la cantidad potencial que pueden recibir respecto de su PIB, en torno al 10% e, incluso, el 16% en Grecia.

Pero no es en esta parte en el que se centran los investigadores, ellos ponen la lupa sobre cómo esta gran inyección fiscal se extiendo después por el mercado único a través de importaciones y exportaciones de servicios y productos y, concretamente, se centran Alemania. “Lo significativo de estos impactos subraya la importancia del mercado único como un amplificador de los efectos económicos”, subrayan los autores del estudio, en un momento en que los informes de Mario Draghi y de Enrico Letta, ambos ex primeros ministro italianos, marcan muchas de las políticas económicas planteadas por la Comisión Europea.

“La gran mayoría del Fondo de Recuperación estimula la actividad económica y los bienes producidos dentro del mercado único”, abundan los investigadores, quien, no obstante, apuntan que también hay impactos fuera de la UE: China, Estados Unidos, Reino Unido o Japón.

Al centrarse principalmente en Alemania, una vez hecha la radiografía inicial, la investigación revela que es la industria germana la que más aprovecha esos dividendos secundarios del fondo de recuperación, pues son las exportaciones de vehículos, de maquinaria, de material eléctrico y electrónico y de equipamientos lo que provoca los ingresos más abundantes. Y estos retornos llegan principalmente de España, desde donde proceden el 25,7% de los ingresos; le sigue Italia, con el 24,6%; y ya a mucha distancia Polonia, con el 12,2%.

La conclusión, opina el economista Carlos Martínez Mongay, ex alto cargo del departamento de Economía y Finanzas de la Comisión, incide en la línea que apuntan otros estudios sobre fondos europeos: “Cuanto más integrado está el mercado único, este tipo de estímulos fiscales simultáneos tienen más efectos”.

Partiendo de este principio, Mongay apunta que este estudio, como otros precedentes de este tipo, apuntan a una cuestión clave en estos momentos en los que se está elaborando y debatiendo el próximo presupuesto plurianual de la UE. “Esto demuestra que hay argumentos para aumentar el presupuesto, ya que se observa que cuando hay un estímulo fiscal simultáneo hay spillover en el mercado único, y más para aquellos que están más integrados. Y, además, en el caso del presupuesto es un esfuerzo coordinado", explica. No obstante, pone un matiz, no se trata tanto de replicar el modelo del Fondo de Recuperación que financia casi exclusivamente inversiones nacionales sino de apostar por un incremento del gasto público comunitario para inversiones europeas.

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.
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