La autoridad catalana de la competencia considera “insuficientes” las condiciones de la CNMC para la opa al Banco Sabadell

A la Autoridad Catalana de la Comptencia (ACCO), el organismo autónomo que vela por el correcto funcionamiento competitivo de los mercados y que está vinculado al departamento de Empresa y Trabajo de la Generalitat, no le ha gustado el dictamen de su hermana mayor, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). En declaraciones a varios medios, el presidente de la ACCO, Roger Lopacher, ha afirmado este jueves que las conclusiones de la CNMC acerca de la opa del BBVA sobre el Banco Sabadell son “insuficientes” para hacer frente a los problemas que pueden surgir de esta fusión. “Desde nuestro punto de vista, estos remedies no pueden descartar el potencial riesgo para la competencia”, ha señalado Loppacher sobre los requisitos que ha impuesto el organismo estatal para dar luz verde a la operación —que ahora tendrá que validar el Gobierno, y luego, en su caso, los accionistas del banco catalán—.

El miércoles por la tarde, la CNMC anunció las conclusiones de un asunto que llevaba casi un año analizando. La operación que planea el BBVA para adquirir el Banco Sabadell y luego fusionarse planteaban dudas sobre los efectos que puede tener, por un lado en la competencia en un sector muy concentrado, por otro en el empleo y las oficinas, y por último en los consumidores, especialmente las pymes y particularmente las de Cataluña y la Comunidad Valenciana, donde se detectan mayores duplicidades.

La CNMC decidió dar luz verde a la operación, aunque impuso unos requisitos que el BBVA ha asumido como compromisos. El regulador aprecia problemas de competencia en las condiciones comerciales en particulares, pymes y autónomos, el incremento de la exclusión financiera en zonas rurales, la reducción de crédito a pymes y el empeoramiento de condiciones en medios de pagos y cajeros. Sobre todos estos temas, la CNMC acepta los compromisos que le expuso el BBVA, y solo endurece el que hace referencia al acceso de las pymes al crédito a medio y largo plazo.

Loppacher ha afirmado que los compromisos son “de comportamiento, no estructurales”, y tienen “carácter temporal”. Ha destacado, además, que la Comisión Europea pide que las condiciones para una fusión bancaria deben “eliminar enteramente los problemas de competencia”, y ser “completas y eficaces”. Loppacher ha señalado que una fusión entre ambas entidades podría elevar el riesgo de exclusión financiera de personas de edad avanzada, con pocos conocimientos tecnológicos, y de residentes en zonas rurales, así como el de provocar una menor remuneración en los depósitos.

El máximo responsable de la ACCO sostiene también que una mayor concentración bancaria termina afectando a los créditos a las familias, por ejemplo los créditos hipotecarios. Y en el ámbito del crédito a las pymes, señala que se han adoptado medidas superiores a las previstas inicialmente, pero “incluso así continúa habiendo un riesgo de reducción de crédito”. También ha resaltado el hecho de que la mayoría de los compromisos tendrán una duración de tres años, mientras que en el caso de las condiciones de acceso a cajeros el plazo será “muy inferior”, de 18 meses.