El paro, el gran problema de España y una traba para la gobernabilidad

Tres de los mejores servicios de estudios del país se reunieron ayer en la primera sesión del Observatorio EOI de Economía Global para debatir sobre “Los grandes desafíos de la economía española”, los de Funcas, Banco Santander y BBVA. Como no podía ser de otra manera, el gran protagonista de la jornada fue el mercado de trabajo y el elevado paro, el principal problema del país y el reto que se le presenta al recién inaugurado Gobierno, que debe tomar medidas más contundentes para que la iniciada mejora del empleo se acentúe y permita reducir la desigualdad social que en España ha tenido uno de los crecimientos más elevados del mundo y sigue aumentando, según el director de coyuntura de Funcas, Raymond Torres. “No es un problema técnico. Tiene que ver con la fragmentación de la sociedad, que ya es un tema político y supone una traba para la gobernabilidad”, explicaba.

También Rafael Doménech, director de análisis macroeconómico de BBVA Research, considera que los desafíos de la economía española pasan, en primer lugar, por impulsar soluciones para rebajar la alta tasa de paro, “si se redujese a los niveles que hay en otros países europeos el 80% del déficit desaparecería”, afirmaba.

“El reto de España es crear empleo de forma inclusiva para evitar las desigualdades”, en un entorno en el que el 22,8% de los jóvenes son “nini” y en el que se está produciendo una transformación de la economía por la digitalización, que va a provocar que el 40% de los empleos existentes se transformen, defendía Torres, también asesor de la OIT. A juicio de Doménech, la desigualdad está provocada en su 90% por el paro y la elevada temporalidad del mercado de trabajo español. Por eso, decía, cuanto antes se aborde la mejora del sistema educativo, antes podremos acortar las diferencias en términos de renta per cápita y productividad con los países más avanzados de la OCDE.

Para el director de coyuntura de Funcas, es urgente una activación de las políticas activas de empleo, “que es uno de los grandes fracasos de la política laboral española por la incapacidad de las oficinas de empleo, que tienen un orientador por cada 400 parados mientras que en Reino Unido o Alemania es por cada 80 desempleados”. Torres cree que el “escenario de la inacción” política continuará e iremos así hacia un horizonte con medio millón de personas menos en edad de trabajar en 2020. Y por ello opina que se necesita una nueva etapa de reformas, pero de reformas distintas, más redistributivas y acompañadas de gasto fiscal y mayor recaudación. “Es necesario un plan de conjunto para abordar el problema y poner la prioridad en el empleo joven. Es un escándalo infrautilizar los fondos del plan europeo, de los que sólo se ha usado el 20%, porque las oficinas de empleo no pueden administrarlo”, denunciaba.

Europa tiene la llave

Pero Europa sigue teniendo la clave del crecimiento de España. Por eso tanto Torres como Antonio Cortina, director adjunto del Servicio de Estudios de Banco Santander, creen que se debe impulsar la inversión desde Bruselas. “El Banco Central Europeo debe persistir en sus políticas monetarias expansionistas, que han conseguido la recuperación de Europa, pero, además, tiene que haber más medidas fiscales de apoyo al crecimiento, dado que a las políticas monetarias les queda poco recorrido”, decía Cortina.

Mirando hacia el otro lado del Atlántico, hacia los Estados Unidos del recién elegido Donald Trump, Cortina, que se refirió al mundo vuca que vivimos (acrónimo de volátil, incierto, complejo y ambiguo), considera que con la visión restrictiva de Trump hacia el libre comercio, “el comercio mundial caerá y eso hace a España vulnerable”.