El alza de precios en EE UU refuerza los argumentos para subir tipos

Los precios en Estados Unidos subieron dos décimas en agosto y eso contribuyó a elevar la tasa anual de inflación al 1,1%. Cuando se descuentan la energía y los alimentos, la inflación subyacente está en el 2,3%. Es la tendencia que quiere ver la Reserva Federal para poder subir los tipos de interés antes de que acabe el año. Pero los salarios, sin embargo, bajaron una décima, lo que rebaja la presión para actuar.

El plato de datos económicos llegará lleno a la reunión de la autoridad monetaria estadounidense, que se celebra el próximo 20 y 21 de septiembre. La digestión, sin embargo, será complicada porque hay indicadores que van en los dos sentidos. La producción industrial se contrajo el mes pasado cuatro décimas, más de lo esperado, mientras que las ventas en el comercio minorista lo hicieron un 0,3%.

La actividad económica repuntó en el tercer trimestre pero está por ver aún si lo hace a un ritmo lo suficientemente robusto como para sostener la solidez en la creación de empleo, que se moderó en agosto. El riesgo inflacionista, entre tanto, crece más de lo esperado por el efecto del incremento de los alquileres y del coste en la salud. Eso dará argumentos a los miembros favorables a la subida de los tipos.

Pero como indicó el pasado lunes la gobernadora Lael Brainard, es necesario tomarse los datos con prudencia antes de actuar. Quiere ver un comportamiento más sólido del lado del consumo. Eso sería la señal más evidente de que la presión aumenta. Wall Street da por hecho también que los tipos se dejarán intactos el miércoles en una banda del 0,25% al 0,5%. Aunque no está tan claro como en agosto