El FMI propone reducir drásticamente las cotizaciones de los sueldos más bajos

El FMI, en último su informe sobre España, insiste en la devaluación fiscal como fórmula para crear empleo en España. Propone que se bajen las cotizaciones sociales y se suban los impuestos indirectos, básicamente. Pero no hace una propuesta generalizada. El organismo internacional dirigido por Christine Lagarde recomienda que el recorte se focalice en las cotizaciones de los empleados que menos cobran. Según sus cálculos, un recorte acumulado de unos 10.000 millones sobre las cuotas que pagan los empleados impulsaría el empleo entre medio punto y 1,5 puntos en un periodo comprendido entre tres y siete años.

“Sí, se puede”. Con esa corta y contundente frase comienza el apartado del informe del FMI que propone esta selectiva devaluación fiscal. El razonamiento que hay detrás de la propuesta es que el empleo peor pagado y menos cualificado es muy sensible a la reducción de los costes laborales no salariales y, por tanto, una reducción de cuotas podría impulsar el empleo. ¿Cuánto? Teniendo en cuenta la EPA del primer trimestre del año, y un crecimiento de entre el 0,5% y el 1,5% del empleo, el incremento en puestos de trabajo sería de 85.000 a 255.000 empleos.

La reducción de cotizaciones que propone el FMI se concentraría en la parte que pagan los empresarios, ya que esta parte se sitúa significativamente por encima de la media de la Unión Europea y la OCDE. Para compensar la reducción

Para defender sus planteamientos, el FMI echa mano de las experiencias de Francia y Holanda en los años noventa y comienzos de siglo. Donde el órgano internacional habla de reducciones del desempleo del 50% y el 60% tras las medidas. También expone los casos de Austria, Bélgica, Alemania o Francia, donde cuenta que medidas similares a esta durante la Gran Recesión han servido para contener el desempleo.

Para el FMI, la medida no solo tendría un efecto benéfico sobre el empleo. También permitiría transferir rentas hacia la parte “más vulnerable de la sociedad”, en concreto, un 0,5% del PIB.

Consciente de la precaria situación de las cuentas de la Seguridad Social, en números rojos desde 2011, el FMI propone que esta rebaja se compense con créditos fiscales, para que el instituto público no pierda ingresos. Y con incrementos del IVA.