Los compradores extranjeros animan un mercado de la vivienda estancado

El mercado inmobiliario español sigue sin tocar fondo pese a que han pasado ya casi seis años desde el estallido de la burbuja inmobiliaria. Sin embargo, en este yermo panorama, hay un segmento que se está mostrando capaz de arrojar buenas noticias: los compradores extranjeros, cuyo peso en el conjunto de transacciones está alcanzado niveles de récord.

Según las estadísticas del Ministerio de Fomento, las compras realizadas por los extranjeros crecieron un 28% en el segundo trimestre con respecto al mismo periodo de 2012, hasta alcanzar las 13.632 transacciones. Frente a esta mejora, el resto de operaciones mantuvo el tono negativo de los meses precedentes al caer un 9%, hasta los 67.000 inmuebles. Con esta dispar evolución, los compradores foráneos se han convertido en los responsables del 17% de las compras que se consiguen cerrar, lo que indica que una de cada seis casas vendidas van a parar a este colectivo, un porcentaje sin igual en toda la serie histórica del ministerio, que arranca en 2006.

El departamento que dirige Ana Pastor recuerda, además, que las transacciones realizadas por los extranjeros, ya sean residentes o no, llevan ocho trimestres consecutivos creciendo. Y la tendencia no afloja. Por provincias, las que registran un mayor número de ventas por parte de compradores foráneos son todas de costa y con atractivo turístico: Alicante (3.543), Málaga (1.771), Barcelona (1.008), Tenerife (921) y Girona (767). En cuanto al precio, el valor de los inmuebles que les interesan es superior a la media.

Por nacionalidades, se detecta un claro aumento de los compradores provenientes de Rusia, país que ya ha animado el sector turístico con sus visitantes de alto poder adquisitivo. “Los rusos crecen significativamente y ya han adelantado a los alemanes como compradores más activos, con lo que se han convertido en los terceros de la clasificación”, afirma Jordi Esteve, director de regulación de Solchaga y Recio, despacho que también se encarga de recoger los datos de los notarios que son los que usa Fomento. Por encima de los rusos, continúa Esteve, los ingleses, que se mantienen al frente de la lista, también se están recuperando tras sufrir una seria corrección durante la crisis, mientras los franceses ocupan el segundo lugar.

Además, el repunte que recogen las estadísticas del Ministerio de Fomento tuvo lugar antes de la decisión del Gobierno de facilitar la residencia a aquellos extranjeros que compren un inmueble de más de 500.000 euros, medida aprobada en verano dentro de la ley de apoyo a los emprendedores. La norma está actualmente en tramitación en el Senado.

Frente al dinamismo de las ventas a extranjeros, el resto del mercado aún no ha tocado fondo. En el segundo trimestre, el conjunto de las transacciones, incluidas las protagonizadas por los foráneos, descendieron un 4,2% con respecto al mismo periodo de 2012, hasta las 80.722 viviendas vendidas. De ellas, 14.056 fueron transacciones sobre vivienda nueva. Este porcentaje de caída es más suave que el 11% registrado al inicio del año, lo que confirma que el ajuste continúa, aunque se modera.

El parón del mercado inmobiliario se ha prorrogado durante este 2013 por el final de las ayudas fiscales a la compra. Junto a ello, el otro factor que explica los problemas del sector para dejar atrás la crisis es la contracción del crédito, lo que se traduce en menos préstamos y, también, por menos dinero. La reticencia de las entidades a la hora de prestar, de hecho, ha provocado que las operaciones realizadas mediante hipoteca hayan caído a mínimos al cierre del segundo trimestre.

No obstante, los actores del mercado ven cerca la recuperación una vez que la demanda de españoles se reactive, ya que los extranjeros por sí solos no bastarán para hacer remontar las ventas. “Nuestros estudios nos indican que hay una demanda latente que se reactivará cuando haya un mayor acceso al crédito”, apuntan desde el portal inmobiliario Fotocasa. En su opinión, según declaraciones recogidas por EP, “existe un alto número de potenciales compradores que quiere adquirir una propiedad, pero está a la espera de ver cómo evolucionan los precios y de poder acceder a unas mejores condiciones de financiación”.