Miles de indonesios vuelven a manifestarse contra Nike

Cerca de 14.000 trabajadores protestan contra el fin del contrato de la marca con dos fábricas

Cerca de 14.000 empleados de dos fábricas subcontratadas en Indonesia por Nike han vuelto a manifestarse hoy en protesta por la cancelación del contrato que mantenía la firma deportiva con dos empresas locales. Los manifestantes se han reunido esta mañana frente al edificio de la Bolsa de Yakarta, donde la empresa estadounidense tiene su sede en el país asiático. Los trabajadores, que perderán su empleo en nueve meses, han pedido a las estrellas del deporte internacionales que boicoteen los productos de Nike.

Esta es la segunda concentración multitudinaria contra la decisión adoptada por Nike en Yakarta. El lunes pasado, miles de personas también se concentraron en el mismo lugar para exigir una solución al conflicto laboral, después de que la firma anunciara la cancelación de los contratos de compra con las empresas PT Hardaya Aneka Shoes Industry (HASI) y PT Naga Sakti Parama Shoes Industry (NASA), que fabrican las zapatillas Nike en Indonesia desde hace casi dos décadas.

La compañía norteamericana dejará de comprar artículos a estas empresas dentro de nueve meses, pese de que la propietaria de ambas, Hartati Murdaya, solicitara plazos de 18 y 30 meses, respectivamente, para encontrar nuevos compradores o recolocar a los empleados.

Los motivos de unos y otros

Nike ha alegado que no desea seguir comprando a HASI y NASA porque estas empresas no cumplen con los estándares de calidad exigidos, pero ha reiterado su compromiso con el país y asegurado que mantendrá su volumen de producción en Indonesia.

Por su parte, Murdaya alega que sus empresas han sufrido dificultades para producir a los precios exigidos por Nike, que sólo paga 11 dólares por cada par de zapatillas, cuatro dólares menos de lo que ofrecía hace cuatro años, según su versión de los hechos.

Nike subcontrata su producción a 37 empresas indonesias y el 20% de las zapatillas deportivas de esta marca se fabrican en este país, donde los costes laborales son mucho más bajos que en Europa y EEUU.

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