La Fiscalía italiana interroga al ex presidente de Parmalat en una cárcel de Milán

Representantes de la Fiscalía italiana han comenzado esta mañana el interrogatorio del ex presidente y accionista mayoritario del gigante alimentario Parmalat, Calisto Tanzi, detenido desde ayer en una cárcel milanesa acusado de operaciones fraudulentas que han colocado al grupo alimentario al borde de la quiebra.

Al centro penitenciario de San Vittore en Milán, en el norte de Italia, han acudido los fiscales de Parma y de Milán, que llevan a cabo la investigación de las presuntas irregularidades financieras en la sociedad, y el abogado de Tanzi, según han informado fuentes judiciales.

Parmalat, el primer grupo alimentario italiano, con cerca de 37.000 empleados en 0 países, se encuentra en el ojo del huracán de un escándalo financiero tras descubrirse un agujero de al menos 7.000 millones de euros. Tanzi, de 65 años, fue detenido ayer por la policía cuando circulaba con su automóvil por el centro de Milán (norte), tras haber pasado varios días en paradero desconocido y sin presentarse a declarar sobre la crisis de Parmalat. Desde el pasado miércoles, se creía que Tanzi había salido de Italia.

Su delito: bancarrota fraudulenta

La detención la llevaron a cabo agentes de la Guardia de Finanzas (policía fiscal) con una orden de prisión preventiva cursada por la Fiscalía de Parma, que investiga las irregularidades financieras que han colocado al primer grupo alimentario italiano al borde de la quiebra.

Los delitos de los que está acusado el fundador de Parmalat son los de bancarrota fraudulenta y "asociación para delinquir". El abogado del empresario, Fabio Belloni, ha admitido hoy, a su llegada al penal de San Vittore, que para su defendido se trata de "un momento muy difícil" pero ha subrayado que el trato que está recibiendo de las autoridades carcelarias es "óptimo".

El Tribunal de Quiebras de Parma declaró ayer el estado de insolvencia del grupo alimentario, lo que sitúa a la sociedad en suspensión de pagos. La medida se incluye dentro de la decisión del Gobierno de colocar a la sociedad en administración controlada para evitar su quiebra y asegurar la continuidad de la producción, manteniendo los puestos de trabajo. Como comisario extraordinario en Parmalat se ha nombrado a Enrico Bondi, un especialista en empresas en crisis que había sido nombrado presidente con urgencia al estallar el escándalo, en sustitución de Tanzi.