UGT y CC OO rechazan la última propuesta sobre los recortes a los trabajadores públicos

El Gobierno vasco se quedó ayer solo en la Mesa General de la Función Pública. El Ejecutivo, UGT y CC OO se reunieron por la tarde en Bilbao con el objeto de llegar a un acuerdo para regular las condiciones laborales de los funcionarios, el programa del lehendakari, Patxi López, de recorte de 100 millones de euros en la Administración para 2012. UGT decidió romper las negociaciones porque, según explicó la central, las propuestas del Ejecutivo prosiguen en la línea del recorte, mientras que CC OO anunció que dará a conocer hoy su postura. La decisión de los dos sindicatos se suma a la postura de ELA y LAB, que nunca han llegado a participar en la Mesa.

El Ejecutivo calificó de "decepcionante" la decisión de UGT y CC OO. El Departamento de Justicia y Administración Pública explicó que en el proceso -la Mesa se ha reunido hasta la fecha en cuatro ocasiones-, ha participado con un "talante negociador" y prueba de ello es que se "ha modulado" la propuesta inicial que lanzó a los sindicatos con "el único objetivo de alcanzar un acuerdo".

El Ejecutivo estima "decepcionante" la decisión de las dos centrales

El Ejecutivo propuso en la primera reunión, celebrada el 23 de noviembre, entre otras cosas, la supresión de todas las primas por jubilación voluntaria, la suspensión del contrato relevo, el devengo en nómina de la carrera profesional, la suspensión de las sustituciones y medidas contra el absentismo. En los diversos encuentros mantenidos con UGT y CC OO, el Gobierno retiró algunas de las propuestas como la suspensión del devengo en nómica, y ha modificado otras, como los complementos en las bajas laborales.

UGT anunció en un comunicado, firmado por la portavoz de la central en la Mesa General, Arantza Agote, que a partir del próximo 9 de enero impulsarán una serie de movilizaciones "en defensa del empleo público". El sindicato criticó que el Ejecutivo "se deje llevar por una política de recortes aplicada en otras comunidades, actuando sin valentía y sin aportar soluciones a los problemas concretos de la administración pública vasca". El Ejecutivo aclaró que "no va a permanecer parado" ante la falta de acuerdo.