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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Carl Oglesby, retórica contra la guerra de Vietnam

El líder pacifista sostenía que la economía alimentaba los conflictos

Si el movimiento antibélico en la guerra de Vietnam tuvo un líder intelectual, ese fue Carl Oglesby, que falleció a los 76 años, el pasado 13 de septiembre en Nueva Jersey, a causa de un cáncer pulmonar. Centrista y moderado -demasiado para las facciones marxistas que acabaron controlando el llamado movimiento pacifista-, Oglesby ofreció a toda una generación una línea de razonamiento que aún pervive en parte de la izquierda norteamericana: la guerra existe porque hay intereses empresariales tras ella.

En una manifestación en Washington en noviembre de 1965, Oglesby (Ohio, 1935) pronunció el discurso Déjennos construir nuestro propio futuro, que se considera uno de los puntos de referencia del movimiento antibélico. En él denunció lo que llamó "progresismo corporativista": la cultura empresarial que hacía que la guerra fuera una maquinaria económica imprescindible para la pujanza norteamericana. Sus palabras todavía suenan, a día de hoy, como un augurio para muchos pacifistas en EE UU, con 10 años de guerra en Afganistán a cuestas.

La organización que presidió llegó a tener más de 100.000 miembros

"Estamos tratando con un coloso adverso al cambio", dijo ante unos 35.000 manifestantes, cerca de la Casa Blanca. "No cambiará solo. No cooperará con aquellos que quieren cambiarlo". Al año siguiente, sería elegido presidente en la organización pacifista Estudiantes para una Sociedad Democrática (SDS, por sus siglas en inglés). El carisma de Oglesby, su centrismo y sus impecables argumentos en contra de la guerra serían extremadamente valiosos para SDS, que pasaría de tener 2.000 miembros a superar los 100.000 en 1969.

Oglesby dejó la presidencia en 1966, pero se mantuvo activo en la organización hasta su expulsión tres años después. En 1967 publicó un manifiesto de 168 páginas titulado Cambio y contención, que The New York Times definió como "una granada que explota delante de la cara"y "lo más cercano que la nueva izquierda puede tener a un programa de acción".

En 1969, las facciones más radicales tomaron control del SDS y sometieron a Oglesby a un tribunal de estilo militar. En su libro, Oglesby había criticado duramente el falso progresismo de demócratas como John F. Kennedy o Lyndon B. Johnson, que apoyaron la guerra, y propuso una alianza con legisladores moderados, incluidos los conservadores que se opusieran a la guerra. Su centrismo fue la razón de más peso en su expulsión.

Al año siguiente SDS se desmoronaría y daría paso a diversas agrupaciones. La más célebre, y radical, fue la de los llamados Weatherman, o Weather Underground, cuya quijotesca finalidad sería derrocar al Gobierno estadounidense. Oglesby, por su parte, se dedicaría al mundo de la música, donde brillaría fugazmente como cantautor.

Era, cuanto menos, curioso que el tribunal marxista del SDS echara a alguien como Oglesby, que había dejado su trabajo en una empresa contratista del Pentágono y había vendido su casa en Michigan y su coche para unirse al mundo del activismo. Tras ser expulsado firmó un manifiesto en el que se negaba a pagar impuestos porque estos financiaban la guerra.

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