Un incendio deja tres días sin teléfono a miles de malagueños

Miles de hogares, comercios y oficinas públicas de la provincia de Málaga han sufrido desde el pasado viernes un inesperado salto atrás en el tiempo después de que un incendio en una central de Movistar dejara sin teléfono fijo ni líneas ADSL a gran parte de los abonados de la provincia. El siniestro, cuyas causas todavía se desconocen, ocurrió el pasado viernes sobre las 23.00. Durante más de cinco horas, las llamas arrasaron completamente la mitad de los módulos de la central de conexión de la compañía telefónica ubicada en la barriada de Huelin y dejó seriamente dañada a la otra mitad.

Inmediatamente, los teléfonos fijos y las líneas de Internet de no menos de 50.000 abonados de toda la provincia dejaron de funcionar. Entre los afectados se vieron los teléfonos de los servicios de emergencia (112, 061 y 091) y los de organismos públicos como la Subdelegación del Gobierno o la Junta de Andalucía.

Después de que los técnicos hicieran una primera evaluación de los daños, Telefónica movilizó a 150 trabajadores de Málaga y de otras zonas de Andalucía y trasladó varios equipos de emergencia desde Sevilla y Zaragoza para sustituir los módulos dañados. Según un portavoz de la empresa en Andalucía, el domingo se había conseguido restituir el 75% de las líneas fijas, y la previsión es que la totalidad de los teléfonos afectados estén en funcionamiento durante la jornada de hoy.

El restablecimiento total de las conexiones de ADSL todavía no se sabe cuándo se logrará. "El problema se está solucionando en tiempo récord", aseguró el portavoz de Movistar. A la hora de restablecer el servicio, la compañía dio prioridad a los servicios de urgencia.

El hecho de que el siniestro ocurriera durante el fin de semana redujo en parte sus consecuencias, aunque algunos restaurantes y negocios de hostelería vieron sus reservas de fin de semana disminuidas por la falta de teléfonos. Ayer, la comisaría provincial de Málaga tuvo que suspender la expedición del DNI y los pasaportes, y algunos grandes centros comerciales anunciaban que parte de sus cajeros no podían cobrar las compras con tarjeta de crédito por la falta de sus líneas de teléfono.