Llach apadrina una fundación para el desarrollo en Senegal

"Lo primero que me enseñaron a decir en su lengua fue: Vete a secar las hojas del baobab. Entendí entonces que estaba en otro mundo". Esta anécdota es de Lluís Llach, cantante y mito de la canción de autor catalana e ilustra el porqué de sus ganas de colaborar con una pequeña zona de Senegal donde llegó "por casualidad". Llach apadrina una fundación que lleva su nombre para ayudar al desarrollo de la comunidad de Palmarin: cuatro aldeas y un puerto, de donde salen la mayoría de cayucos para Europa. "Esta realidad, que vemos en televisión es horrible", afirmó ayer Llach en la presentación de este nuevo organismo que le supone un compromiso de 5 meses al año.

Concretamente, la fundación del cantante gerundense impulsa dos proyectos para ayudar a poblaciones minoritarias en Senegal: uno de ellos, para que puedan rentabilizar sus barcas y subsistir con la pesca. El proyecto de las barcas de pesca, bautizado como Yayoma-Maremar, tiene una importante "carga simbólica", pues se trata de "convertir lo que nosotros conocemos como pateras en herramientas de trabajo para la pesca en el mar, lo que ellos llaman piraguas", subraya Llach.

Muy didáctico y conocedor de los pormenores de los proyectos, Llach ha afirmado que el reparto de las ganancias económicas está estructurado de manera que el proyecto se autofinancie y que, tras cuatro años, se puedan poner en funcionamiento hasta seis piraguas, lo que dará un ingreso fijo a 66 familias, y eso repercute aproximadamente en unas 1.300 personas. "Si la fundación pudiera dar ayudas económicas procedentes de donaciones, estos plazos se acortarían significativamente", ha apuntado el cantante.

El otro proyecto que ya ha iniciado la fundación incide en el terreno educativo y pedagógico y consiste en habilitar un aula de informática, dotada con 21 ordenadores "reciclados", dos impresoras y una fotocopiadora.