El PSdeG advierte que impondrá la lista en Ferrol si sigue el conflicto

La dirección del PSdeG está decidida a sofocar el incendio de la agrupación socialista de Ferrol antes de que la agria batalla que enfrenta al alcalde, Vicente Irisarri, con la diputada, Beatriz Sestayo, por la composición de la lista electoral llegue a la sede central del PSOE en Madrid. Así lo aseguraron ayer a EL PAÍS fuentes de la dirección socialista en Galicia, que niegan que el regidor ferrolano haya optado por dejar la solución del problema en manos del comité federal de listas en Ferraz, como sostienen algunas voces del PSOE local.

"El alcalde y todo el mundo es consciente de que la solución o no solución se tomará aquí", insisten. Señalan que las e jecutivas provincial, gallega y federal del PSOE están en "permanente contacto", cruzando llamadas "cuatro o cinco veces al día" para tratar de avanzar en las negociaciones al margen de las reuniones y encuentros cara a cara. "Seguimos trabajando y hablando. No hay nada roto", destacan, para añadir que si no llegan a una solución negociada y de consenso entre las dos facciones que enfrentan a los socialistas ferrolanos, la dirección del PSdeG terminará por "imponerla".

26 críticos con el alcalde solicitan que se les dé de baja en el partido

"Esto es un polvorín", afirma un miembro de la ejecutiva local

Una lista impuesta por la dirección del PSdeG, o bien por la Comisión Federal de Listas del PSOE en Madrid, parece la salida más probable al enquistado conflicto que mantiene la agrupación ferrolana, dividida en dos bandos agrupados en torno a Irisarri, alcalde y candidato a la reelección, y a la diputada ferrolana, Beatriz Sestayo, secretaria de Organización local. La última reunión entre ambos para templar los ánimos y acercar posturas, terminó en un fracaso rotundo. Fue un discreto encuentro a última hora de la tarde del domingo, que se alargó por espacio de cuatro horas, y que se cerró casi al filo de la medianoche, sin avances ni acuerdo. "Esto es un polvorín", señalan fuentes de la Ejecutiva local del PSOE en la ciudad, enojadas por una situación que describen como "complicada y dolorosa". Temen que la brecha abierta en la agrupación ferrolana pase factura a la militancia (unas 300 personas) y también en las urnas. Según las mismas fuentes, 26 militantes ya han solicitado la baja en el partido contrariados por la negativa del regidor a acatar los acuerdos de la ejecutiva local, y dejar los asuntos domésticos en manos de la dirección gallega.

Su petición de baja está paralizada temporalmente hasta que se resuelva la pugna entre Irisarri y Sestayo por el control del partido. Ni el ultimátum de la dirección del PSdeG para cerrar la candidatura ferrolana la pasada semana, ni la renuncia de Beatriz Sestayo a figurar como número dos, han aplacado el enfado de Irisarri, que se niega a encabezar una lista que desplaza de los puestos de salida a sus ediles de confianza. Ayer, el regidor viajó a Madrid para realizar gestiones oficiales y no se pronunció sobre la tormenta del PSOE local.

Los escollos en la redacción de la lista ferrolana tienen nombre propio. El alcalde exige que lo acompañen Ramón Veloso y Sandra Ríos, ediles de Hacienda y Seguridad. La mayoría de la ejecutiva local los quiere fuera del Gobierno por "distintas razones" que no aclaran, pero es proclive a aceptar la presencia de otras dos personas de la confianza del regidor como Mercedes Carbajales y Manuel Santiago, responsables de Cultura y Deportes.

Por su parte, los partidarios de Sestayo respaldan el regreso de Natividad González, unas de las representantes de la vieja guardia del socialismo ferrolano, además de Jaime Pena y Manuel Teijeiro. Sestayo se proclama defensora de un proyecto político por encima de los personalismos y sostiene que, pese a las divergencias, es posible llegar a un acuerdo. El regidor quiere el "mejor equipo" posible para la próxima legislatura, y no está dispuesto a liderar una lista copada por personas muy críticas con su gestión en la alcaldía.

Irisarri, secretario general de los socialistas en Ferrol, tiene el apooyo de la la mitad del Gobierno local y de la dirección del PSdeG, mientras que Sestayo cuenta con el respaldo mayoritario de la militancia y acusa al alcalde de haber descuidado al partido.