El temporal da una tregua al tráfico aéreo en Europa
Los aeropuertos europeos empezaron ayer a recuperar la normalidad tras días de caos por las nevadas y el temporal que han dejado a miles de viajeros varados en las principales ciudades. Las terminales de Londres y Fráncfort, las más afectadas, seguían registrando cancelaciones y retrasos aunque menos de lo ocurrido en los días anteriores. BAA, gestora del aeropuerto londinense de Heathrow y propiedad de la española Ferrovial, contaba con poder operar dos tercios de los vuelos programados. British Airways anunció que realizaría solo un tercio de sus operaciones hasta las seis de la mañana de hoy.
Pero la de ayer podría ser solo una tregua. Las previsiones de nuevas nevadas amenazan con prolongar los problemas. Francia suspendió el 25% de los vuelos programados para hoy en el aeropuerto Charles de Gaulle de París, el mayor del país, en vista de un nuevo temporal. Ayer recortó las operaciones en un 15% a partir de las cinco de la tarde.
Daños económicos
El aeropuerto internacional de Fráncfort registró retrasos que afectaron a unos 3.500 pasajeros. Los efectos del caos de los últimos días pueden ir más allá en Alemania: según comentó a Reuters el economista jefe de la asociación de las Cámaras de Comercio e Industria alemanas, Volker Treier, los problemas en el transporte pueden reflejarse en una contracción del crecimiento de la mayor economía europea en el último trimestre del año. "Muchos proyectos de la construcción han estado parados y se han cancelado muchos viajes de trabajo", comentó. "El transporte de mercancías también se vio afectado. En conclusión, el mal tiempo podría reducir el crecimiento en medio punto en este trimestre", añadió.
A pesar de los esfuerzos para volver a la normalidad, los efectos del temporal de los últimos días seguían afectando ayer también a las redes ferroviarias. En los distritos del centro y del norte de Reino Unido, los trenes registraron retrasos importantes. Eurostar, el operador del tren de alta velocidad que une Londres, Bruselas y París, pidió a los pasajeros que no se presentaran al mostrador de facturación hasta una hora antes de la salida para evitar colas. El martes, miles de personas se quedaron a la espera durante horas en la calle ante la estación londinense de St. Pancras: todos los asientos estaban ocupados por los pasajeros que perdieron los vuelos.

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