"Reivindicando, por lo general se te queda cara de imbécil"

¿Por qué demonios llamó a su película 'Dispongo de barcos'? Un amigo nos invitó a visitarle en Almería y terminaba su mensaje con esa frase a modo de reclamo. Me pareció extrañísimo y genial como título, aunque no tenga nada que ver con el contenido.

Resulta  un cruce entre 'La conversación' y 'La Vía Láctea'. ¿Es más de Coppola o de Buñuel? [Risas]. Mi nombre no es digno de figurar entre esos dos, pero quizá sea más de Buñuel. Mi intención era recrear un mundo entre lynchiano y de Buñuel. Tuve que financiarla yo: ¡Vete a buscar dinero con esas referencias!

¿Buscaba la autoría absoluta? No, eso me daría bastante pudor. No voy de autor reivindicativo. Reivindicando, por lo general se te queda cara de imbécil.

¿No suena gracioso viniendo del guionista de la gala de los Goya del "No a la guerra"? ¡La protesta no estaba en el guión! Los participantes lanzaron sus consignas. Aunque, por supuesto, nosotros [el grupo de teatro Animalario] estábamos de acuerdo.

¿En qué andan? En un montaje de Juan Mayorga y mío. Cuatro actores, una casa, el mundo de la familia, de los sueños…

¿Hay que ser un poco hippy para formar parte de Animalario? Hay que ser un poco zen.

¿Es 'Dispongo de barcos' una película hecha en fines de semana? Está rodada cuando los participantes, Antonio de la Torre, Roberto Álamo y Andrés Lima, no tenían otras obligaciones. Seis meses para rodar y seis para montarla.

¿Cómo se come el haber creado los personajes de Urtain y Pocholo y Borja Mari? Tengo la esperanza de que la gente no se acuerde de Pocholo, pero no hay manera, hay muchos fans por ejemplo en Barcelona. Creo que esa peli gusta allí porque están cómodos creyendo que en Madrid somos así.

¿Hay algo sobre lo que nunca escribiría? Un musical de gente joven que tenga que ver con Facebook.

¿Tiene Facebook? Desgraciadamente. Me lo creé para promocionar Dispongo de barcos. Ahora no puedo dejar de leer las chorradas que escribe la gente. Es demoniaco.