Un brigadista multado cuando iba a sofocar un incendio tendrá que pagar la sanción
En el intenso verano incendiario ourensano, un brigadista conductor de un vehículo que acudía a sofocar uno de los numerosos fuegos registrados en la provincia fue sancionado por la Guardia Civil de Tráfico con una multa. El trabajador no tenía en regla la tarjeta de transporte y llevaba sin la sujeción adecuada en la baca del coche los aperos para las labores de extinción.
El brigadista tendrá que pagar la sanción de su bolsillo, ya que cada conductor es responsable del vehículo que la Xunta le asigna. El afectado infringió varios preceptos de las normas de circulación. La tarjeta no estaba al día y, de otra parte, la falta de sujeción de las azadas, hoces, bate fuegos y demás material supone un peligro para el tráfico rodado, castigado por ley.
Los conductores reconocen que el problema de sujección de los aperos se solucionaría colocando unos pulpos de goma en la baca de los vehículos en los que se trasladan. Pero ni ellos los han comprado ni la Xunta se los ha dado. Mientras, "y con las prisas por llegar pronto al fuego", los conductores -ya sean de todoterrenos, camiones o autobombas- suelen atar a la baca el material de extinción con urgencia y sin la seguridad adecuada. Después emprenden una carrera, a una media de 120 kilómetros por hora, hacia el foco del fuego.
Los brigadistas se quejan de las medidas de "ahorro" que aplica Medio Rural y que acaban costándoles caras a ellos. "La Xunta se desentiende", lamentan. No es sólo que la Administración autónoma no les entregue los vehículos con las sujeciones adecuadas, sino que en jornadas como la del martes, de gran despliegue de medios para hacer frente a numerosos y peligrosos incendios en la provincia de Ourense, los que trabajaban en fuegos más pequeños aseguran que no recibieron el avituallamiento (agua y bocadillos) que distribuye la consellería.
Metidos en un fuego que alcanza los 500, estos brigadistas no recibieron "ni un litro de agua de la Xunta", se quejan los integrantes de una de las unidades. Los trabajadores aseguran que el martes, con el despliegue de medios concentrado en Laza, había un único conductor para repartir el avituallamiento en todo Ourense y no llegó hasta su zona.
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