Un retraso preocupante

Los problemas del tramo que debía haber perforado ya la tuneladora que está parada en Zona Franca afectan también al recorrido que enlaza con el aeropuerto de Barcelona. Esta línea se denomina L9 y L10. Se debe a que en las dos puntas se bifurca. Es decir, hay un tramo común (de Gornal, en L'Hospitalet, hasta Bon Pastor) y dos variaciones en cada extremo. La línea 9 irá de Santa Coloma al aeropuerto. La 10, de Badalona a Polígon Pratense. Además, la línea 2 se incorporará desde Fira hacia el aeropuerto, compartiendo las vías con la línea 9. Esto permitirá que los usuarios de la nueva terminal aeroportuaria puedan optar por las dos líneas de metro: una hacia el interior y otra (la 2) al centro de la ciudad.

Lo de la línea 2 va para largo. El proyecto está redactado y aprobado, pero faltan los 700 millones que cuesta la obra. Sin embargo, el resto del proyecto está muy avanzado y, si no hubiera encallado la tuneladora, el año que viene habría podido entrar parcialmente en servicio, como se ha hecho en Badalona y Santa Coloma. Con ello se cumpliría un doble objetivo, primero, dar servicio a zonas proverbialmente mal comunicadas (Zona Franca y aeropuerto); segundo, permitir la explotación de las estaciones, sacadas a concurso y que serán gestionadas por empresas privadas, compañías que ven cómo el inicio de la explotación se va aplazando por los retrasos de la tuneladora parada.