El segundo intento de Courtney

Hace ya seis años de American Sweetheart, primer disco en solitario de Courtney Love, un fiasco que llegó a las tiendas mientras ella comparecía en los juzgados por uno de esos prontos que hacen de Naomi Campbell un ejemplo de sosiego. Limpiar ese fracaso no ha sido fácil, y menos para ella. Así que recupera el nombre de Hole para un disco que en realidad es de una solista. Lo positivo: que canta mejor que nunca y que ha aprendido a destilar bien su sempiterna rabia. Pero los triunfos saben a poco, quizá porque para que olvidemos al personaje en el que se ha convertido haría falta una obra maestra. Este es un buen disco, pero no el clásico instantáneo que Love necesita y que se muere por grabar.