Pesar de empresarios y sindicatos

La balanza de los apoyos empresariales y sindicales se inclinó ayer a favor del presidente de la comunidad, José María Barreda, al reconocerle que no podía aceptar un Estatuto con más rebajas de las que ya había hecho en materia de agua. No es de extrañar ya que cuando el Estatuto fue aprobado por las Cortes de Castilla-La Mancha, con el apoyo del PSOE y del PP, encabezados por José María Barreda y María Dolores de Cospedal, respectivamente, se creó alrededor una red tupida de apoyos de la región.

El presidente de la Confederación de Empresarios de Castilla-La Mancha, Ángel Nicolás, criticó que una "región vecina", en referencia a Murcia, "decida" cuánta agua debe recibir. Añadió que seguirá apoyando al Gobierno castellano-manchego en su defensa de los intereses de la región. El mismo apoyo manifestó el presidente regional de Cámaras de Comercio, Fernando Jerez, que comprendió la decisión de Barreda de retirar el Estatuto. "Es mejor retirarlo que no apoyar un texto que no sirve para el progreso y el desarrollo".

La Unión de Pequeños Agricultores, UPA, apoyó a Barreda, pero también otras organizaciones agrarias ajenas a los socialistas, como COAG y Asaja. Los primeros creen que el texto "ya no se podía rebajar más". UGT también se alineó con las tesis de Barreda. Las Cooperativas Agroalimentarias se preguntan por qué no se ha podido mantener el acuerdo que sí hubo en las Cortes de Castilla-La Mancha, aunque pide que "no se entre ya en campaña".

Del lado del PP se situaron los alcaldes de la región de ese partido, como se puso de manifiesto al terminar el pleno de las Cortes de Castilla-La Mancha, una vez aprobada la petición al Congreso de retirar el Estatuto. Una larga cadena de alcaldes del PP y del PSOE comparecieron para apoyar respectivamente a Cospedal y a Barreda. Cada al de su partido.