Jóvenes, a conducir

Hay que rendirse a la evidencia y admitir que los jóvenes, al igual que dan sopas con ondas al resto en el mundo virtual, resulta que también manejan los automóviles con mayor maestría y, sorpresa, con creciente prudencia. Estos gloriosos años en los que la jerarquía paterna jamás queda en entredicho dentro del coche tienen sus días contados. Los padres, al asiento posterior, que ya se ocuparán los retoños de llevarlos a buen puerto. Las estadísticas son inapelables y a los mayores les toca, una vez más, dar un paso atrás, y no es una metáfora.

La Dirección General de Tráfico baraja la posibilidad de permitir a los jóvenes de 17 años que empiecen a conducir, siempre que un veterano les ceda los mandos y viaje con ellos ejerciendo de tutor y profesor. El sistema copiaría a los que ya hay en otros países (Estados Unidos, Suecia, Francia o Bélgica).

Se ha demostrado que cuanto antes empiezan los jóvenes a conducir, mejores hábitos adquieren. Así que España no tardará mucho en introducir esta medida, que mejorará aún más nuestra seguridad vial.

El sistema es antiguo en este país. ¿Quién no ha conducido un coche en un descampado de la mano de un conductor experto mucho antes de matricularse en una autoescuela? De introducirse esta nueva medida ya no habrá que buscar un lugar apartado y la práctica será legal. Sólo se requeriría la aprobación previa del examen teórico, donde nuevamente la informática es una buena herramienta de estudio que los chavales hace tiempo descubrieron, y la paciencia y generosidad de un experimentado piloto de currículo inmaculado para desvelar al neófito los secretos del doble embrague.

Las nuevas normas de la DGT y su política general han logrado reducir la siniestralidad española en carretera a niveles históricos. Pero resulta que son los jóvenes los que más se están aplicando la lección. En los últimos seis años se ha reducido el número de muertos por accidente un 64% entre los menores de 24 años. O los mayores se ponen las pilas o su destino quedará reducido a ser ocasional profesor de autoescuela. Sin sueldo.