El millonario tras La Moneda

Con una fortuna cercana a los 1.200 millones de dólares y proveniente de una familia democristiana, a los 60 años Sebastián Piñera Echenique intenta por tercera vez llegar a La Moneda. Su primer empeño fue torpedeado por un empresario que hizo oír en televisión una grabación de conversaciones privadas suyas por móvil criticando a una dirigente de su partido, que fueron obtenidas por la inteligencia militar. En su segundo intento, en 2005, Michelle Bachelet lo derrotó en segunda vuelta. Como empresario exitoso, no encaja con facilidad una derrota. A partir del primer día de Gobierno de Bachelet, está en campaña para sucederla y encabeza las encuestas, con una imagen de buen gestor.

Aunque es de otro equipo de fútbol, preside el más popular, Colo Colo, al que entró comprando acciones. Traspasó sus empresas a un fideicomiso, pero se quedó con las mayores, el canal Chilevisión y la aerolínea LanChile, sobre las que decidirá tras la elección. Se practicó una cirugía estética para eliminar arrugas en sus párpados. Trata de aproximar su discurso al centro.

Ingeniero comercial, erigió su fortuna al volver de un posgrado en EE UU, desde donde trajo el negocio de la administración de las tarjetas de crédito. Sus adversarios lo critican por mezclar negocios y política y rodearse de los civiles de la dictadura. Sus aliados en la derecha no le perdonan su fortuna, soberbia y el pecado de votar no en el plebiscito con el que Pinochet quiso perpetuarse.