De la Torre se parapeta de los escándalos tras un muro de cifras

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre (PP), levantó ayer un denso, largo y soberanamente aburrido muro de cifras y se parapetó tras él para evitar responder de los escándalos que han jalonado su mandato durante el último año, como las adjudicaciones a dedo al cuñado del ex edil Manuel Marmolejo, los contratos blindados a altos directivos o las facturas infladas de Teconsa. En el pleno de debate sobre el estado de la ciudad, el regidor volvió a las andadas de 2004 y desmenuzó hasta lo capilar los números de cada área de gobierno: 6.377 alumnos en 91 cursos de formación; 165 proyectos de bienestar social subvencionados; aumento del 17,38% de solicitantes de IBI fraccionado respecto a 2008; 42 placas fotovoltaicas en otros tantos centros escolares... Así, 70 minutos en los que la mayoría de ediles, PP incluido, buscaba algo con qué pasar el trago: un periódico, un SMS o un cuchicheo con el de al lado.

Al contrario de debates anteriores, De la Torre evitó cogerse los dedos con anuncios que al final acaban cayendo en el olvido, como la idea de una exposición universal o una empresa mixta para levantar viviendas protegidas. No obstante, anunció que el Consistorio comprará la manzana de los antiguos cines Astoria para hacer un equipamiento cultural, algo que ya se había desechado.

Rafael Fuentes, portavoz del PSOE, criticó la "falta de transparencia" y el "descontrol" de un equipo de gobierno "agotado", mientras que el representante de IU, Pedro Moreno Brenes, más vibrante, le preguntó al alcalde "cómo puede hablar de orgullo presupuestario con el Ayuntamiento más endeudado de los grandes municipios españoles".