Suiza vota para prohibir los minaretes en las mezquitas

Los suizos están hoy convocados a las urnas en referéndum federal para tomar una decisión sin precedentes y polémica como pocas que, de ser adoptada, causaría una tormenta diplomática mayúscula para su país. Se trata de la inclusión en la Constitución de una cláusula que prohibiría la construcción de minaretes en las mezquitas que vayan a construirse en Suiza.

Los partidarios de la prohibición ven el minarete como "un signo de dominación política y de voluntad de poder", más que como símbolo religioso. Temen una Suiza repleta de minaretes en un futuro cercano y critican la "discreta invasión" musulmana, que buscaría "establecer un orden contrario a las libertades garantizadas por la Constitución".

La espinosa iniciativa fue presentada en mayo de 2007 por cargos del UDC-SVP, o Partido Popular de Suiza. En este país cualquier ciudadano puede proponer un referéndum, si obtiene el apoyo de 100.000 votantes. El Ejecutivo ha expresado su oposición a la propuesta y ha recomendado a los ciudadanos votar en contra.

Las encuestas dan el triunfo al no con algo más del 50% de los votos. Pero los analistas afirman que un margen de partidarios de la interdicción superior al 30% sería muy preocupante para la imagen internacional de Suiza. El peso del electorado del UDC-SVP equivale a más de un cuarto del censo. La formación nacionalista, populista y xenófoba obtuvo un 29% de votos en las elecciones federales de 2007.

En territorio suizo sólo existen cuatro minaretes, siendo el más famoso el de la mezquita de Ginebra. A diferencia de las serias dificultades de integración que se observan en los suburbios de París, Bruselas o Londres, la inmigración musulmana parece integrarse aquí sin grandes dificultades. Los musulmanes de Suiza, unas 400.000 personas, son mayoritariamente provenientes de Turquía, Albania y la antigua Yugoslavia.