Teherán echa un nuevo pulso al OIEA

Teherán amenaza con "limitar" su cooperación con el Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) "al mínimo imprescindible", si la junta de gobernadores de la entidad de la ONU aprueba hoy una resolución que le exige congelar de inmediato la planta de enriquecimiento de uranio que construye a las afueras de Qom, y aclarar su objetivo. La medida tiene muchas posibilidades de prosperar porque cuenta con el respaldo de Rusia y China.

Es la primera vez que las seis grandes potencias que negocian con Irán (Estados Unidos, China, Rusia, Reino Unido, Francia y Alemania) adoptan una acción concertada de condena a Teherán desde que en febrero de 2006 enviaron su caso al Consejo de Seguridad de la ONU.

Esa unanimidad refleja tanto la decepción que causó conocer el pasado septiembre que llevaba dos años construyendo en secreto una segunda planta de enriquecimiento, como la frustración por su rechazo hacia la propuesta del OIEA para abastecerle de combustible para su reactor médico a cambio del uranio enriquecido que podría usar para fabricar bombas.

Incluso el director general del OIEA, el egipcio Mohamed el Baradei, a quien a menudo se ha acusado de tener excesiva paciencia con Teherán, se declaró ayer "decepcionado" con el juego del escondite iraní. En la que es su última reunión al frente de la agencia tras 12 años en el cargo, El Baradei admitió que la falta de cooperación de Irán ha llevado a sus inspectores a un "callejón sin salida".

No está claro que el apoyo de Rusia y China signifique un giro en su postura contraria a aumentar las sanciones contra Irán. Aún así, le envía un mensaje muy claro para que cambie su actitud. De momento, las declaraciones del representante de Irán ante el OIEA, Alí Ashgar Soltanieh, a un periódico alemán amenazando con "limitar al mínimo imprescindible" la cooperación con ese organismo, no apuntan a que vaya a conseguirlo.