García de la Concha recibe el Premio Lázaro Carreter

Entre todos los refranes castellanos que expresan gratitud, Víctor García de la Concha -como gran estudioso de la lengua se los conoce todos- eligió éste: "La palabra es corta si el agradecimiento es largo". El director de la Academia Española (RAE) daba así las gracias por haber sido galardonado con el tercer Premio Lázaro Carreter, creado por la Fundación Germán Sánchez Ruipérez.

Ciertamente, para García de la Concha (Villaviciosa, Asturias, 1934), este premio bianual, dotado con 25.000 euros y una escultura de Rafael Canogar, es muy especial. Contó ayer, durante una comida en el hotel Palace de Madrid, delante del jurado y muy acompañado por académicos y más gentes de letras, q ue el gran maestro de lingüistas Fernando Lázaro Carreter llegó a ser "como un hermano mayor".

Recordó que ahora se cumplen 30 años desde que impartió su primera clase como catedrático de la Facultad de Filología de la Universidad de Salamanca (cargo que sigue ocupando). Y que a ella llegó de la mano de Lázaro Carreter, su antecesor al frente de la RAE. Luego le correspondió recibirle cuando García de la Concha ingresó en la Academia. Le ayudó en todos sus "afanes" y cuando al maestro le falló su salud, fue "la extensión de sus brazos".

La Nueva Gramática

Anunció el galardonado un proyecto largamente acariciado: "Después de 11 años de trabajo nos entregaron las primeras pruebas de la Nueva Gramática de la lengua española, una Gramática no sólo peninsular -o, mejor dicho, europeo- sino de todo el mundo hispanohablante: 4.000 páginas en la versión de referencia, a la que seguirán la versión Manual y la Gramática básica".

Germán Sánchez Ruipérez, presidente de la fundación que concede este premio felicitó al jurado, "su elección no pudo ser más acertada". El jurado, presidido por José María Blecua, estaba formado por académicos como Carmen Iglesias, Juan Luis Cebrián e Ignacio Bosque, entre otros. Acompañaban también a García de la Concha más colegas de la RAE: Emilio Lledó y Mario Vargas Llosa (los dos anteriores galardonados), Álvaro Pombo y Luis Mateo Díez. Y entre otros asistentes, los Duques de Soria o los ex ministros de Cultura César Antonio Molina y Carmen Alborch. Sánchez Ruipérez terminó reivindicando la dignificación práctica del imprescindible arte de leer porque "fortalece nuestra apuesta con el ser humano".

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