Arenas pide un pacto para bajar el sueldo a los alcaldes

La guerra de los sueldos públicos ha traspasado ya el estadio de la congelación (que no suban nada) y camina ya por el recorte puro y duro para dar ejemplo a la ciudadanía en tiempos de crisis. Tras el anuncio del Gobierno andaluz (en el mes de julio) de que iba a estudiar reducir el salario de los directivos de las empresas públicas -y la petición formal en este sentido de la ejecutiva del PSOE el pasado lunes-, el líder del PP, Javier Arenas, dijo ayer que está dispuesto a "intentar" bajar los emolumentos de los alcaldes de su partido, siempre que se produzca un pacto con las demás formaciones.

Mientras que diputados y cargos de la Junta cuentan, más o menos, con remuneraciones homologadas que siguen pautas fijas, lo que reciben directivos y alcaldes es muy desigual. Depende, en el primer caso, de si están o no en el mercado y la competitividad profesional de su actividad; y en el segundo, de lo que quieran los propios regidores y sus corporaciones, que son las que fijan los sueldos anualmente. De ahí que haya alcaldes de poblaciones pequeñas con salarios desproporcionados.

La propuesta de Javier Arenas es que ninguno de los regidores cobre más que el presidente de la Junta (81.155 euros anuales), con el argumento de que se trata del que más responsabilidad tiene en Andalucía. El popular ha puesto el mismo listón (nadie por encima del presidente) para los directivos de empresas públicas, ya sean de la Administración andaluza o de los ayuntamientos.

El coordinador andaluz de IU, Diego Valderas, fue aún más lejos y animó al jefe del Ejecutivo, José Antonio Griñán, de "meter la tijera" a sueldos privados de financieros y altos ejecutivos.