Guipúzcoa critica la "alarma" que genera Hendaya con el aeropuerto

El portavoz de la Diputación guipuzcoana, Eneko Goia, afirmó ayer que está "fuera de lugar" el anuncio hecho por el alcalde de Hendaya (Francia), Jean Baptiste Sallaberry, de acudir a los tribunales para impedir la ampliación de la pista del aeropuerto de Hondarribia. Añadió que el mandatario vascofrancés está alimentando la "alarma" que "no se corresponde con la realidad" cuando alega que los aviones que operan en el aeródromo guipuzcoano representan un peligro para los pasajeros, los vecinos y el ecosistema.

Goia se refirió así a la queja expresada por Sallaberry sobre el proyecto para alargar 200 metros la pista de vuelos de Hondarribia. El Ministerio de Fomento anunció la semana pasada su decisión de alargar la plataforma 150 metros hacia el barrio de Mendelu (Hondarribia) y otros 50 metros hacia el mar y Hendaya. El regidor hendayés ha expresado su oposición a esta medida y ha recordado que el aeropuerto guipuzcoano está infringiendo el convenio internacional firmado en 1992 por España y Francia, que impide rebasar las 24 operaciones de vuelo diarias.

En respuesta a Sallaberry, el portavoz foral dijo que los cambios en Hondarribia persiguen "mantener la operatividad [actual] del aeropuerto", porque "para que siga habiendo el mismo número de vuelos hay que hacer una serie de obras de acondicionamiento", en alusión a la reserva de 150 metros de seguridad en cada extremo de la pista.

Las críticas de Hendaya se suman a las vertidas la semana pasada por el alcalde Hondarribia, el peneuvista Aitor Querejeta, quien rechazó la ampliación "por razones técnicas, operativas y medioambientales". Además, pidió que se declare la "excepcionalidad" del aeródromo, que supondría quedar exento de la obligación de reservar los 300 metros para la seguridad.

Incineradora

Por otro lado, el diputado de Desarrollo Sostenible, Carlos Ormazabal, dio cuenta de que la institución foral ha aprobado esta semana el Plan Territorial Sectorial (PTS) de Residuos Urbanos de Guipúzcoa, que contempla la construcción de un centro en Zubieta (San Sebastián) con diversas plantas para el tratamiento de las basuras. En ese polígono se instalará la futura incineradora, que estará en servicio en 2013.

También se prevén tres plantas de compostaje, siete estaciones de transferencia y dos de separación de envases. El conjunto de infraestructuras requerirá una inversión de 400 millones de euros y su puesta en funcionamiento supondrá el cierre definitivo de los tres vertederos actualmente abiertos en esta provincia: Urteta, Lapatx y Sasieta.