"Es la primera vez que voy al pregón"

Cuenta la leyenda que cuando Alfonso VI sitiaba la fortaleza musulmana uno de sus soldados se encaminó a la muralla. Con sólo una daga empezó a trepar por los muros con tal rapidez que el monarca y todos los allí presentes exclamaron: "¡Parece un gato!". Y todos empezaron a llamarle gato. Al llegar a lo alto de la muralla cambió la enseña que había por la cristiana. El apelativo perduró denominando así a los habitantes de la villa.

Blanca Portillo se ha convertido en pregonera mayor del reino por todo y, mucho, por gata. A la actriz se le pierde la memoria en parientes madrileños: padres, abuelos, tíos, primos... Ella nació, "como un montón de madrileños, en la maternidad de la calle de O'Donnell", allá por 1963, y vivió en el barrio de Embajadores primero, en Chamberí después y en el centro ahora: "Soy muy de barrio", cuenta.

Hace unos días la llamaron de la Concejalía de las Artes para proponerle ser la pregonera de estas Fiestas de San Isidro, que arrancan hoy: "Me hizo muchísima ilusión, es la típica cosa que nunca crees que te vaya a tocar a ti", dijo ayer.

Aunque asegura haber vivido y disfrutado siempre tanto las Fiestas de San Isidro como las de La Paloma, no tiene empacho en reconocer que "nunca iba al pregón, ésta es la primera vez que voy a ir y lo hago como pregonera", comentaba entre risas. Sin embargo, Blanca no siente ninguna nostalgia por la ciudad de hace años: "Para mí, Madrid es el de hoy para mañana, lo he visto crecer y creo que lo hace firmemente, sin olvidar el pasado", explicaba.

La actriz, horas antes de leer un pregón que durará unos cuatro minutos, aseguró ayer: "Amo a esta ciudad de corazón y hablaré desde el corazón de esta tierra de nadie que es de todos".

Pregón de San Isidro en la plaza de la Villa a las 20.00