Un autonomista para el pacto de la financiación

Manuel Chaves era hasta ayer, cuando dimitió como presidente de la Junta de Andalucía tras 19 años, el decano de los barones autonómicos, el último barón de la generación de Felipe González, con el que fue ministro de Trabajo. Si hay alguien que tiene el Estado autonómico en la cabeza, ése es Chaves quien, a sus 63 años, regresa al Gobierno como vicepresidente tercero y ministro de Cooperación Territorial.

Su primera misión será contribuir al acuerdo sobre financiación autonómica: quiere un pacto multilateral, aprobado por consenso, en el que las diferencias per cápita que ahora reciben las comunidades se reduzcan en función de los servicios fundamentales que prestan y con la población como principal referencia.

Ayer, además de felicitaciones, también empezó a recibir peticiones como la que le hizo el presidente de la Generalitat, José Montilla, para que acelere el acuerdo sobre financiación y los traspasos pendientes con Cataluña, informa Miquel Noguer.

Trenzar acuerdos con los nacionalistas para, entre otras cosas, garantizar la estabilidad del Gobierno será otro de sus objetivos, así como afrontar la modernización de los ayuntamientos con la redacción de una nueva ley de Régimen Local, que entrañará otra financiación.

Chaves quería un departamento con un marcado perfil político, pero con poca carga de gestión. De ahí que el área de función Pública haya pasado a la vicepresidencia primera que dirige Teresa Fernández de la Vega.

En su etapa andaluza se ha empapado de autonomismo. Impulsó la reforma del Estatuto, su apuesta política más arriesgada, donde el único límite que se marcó fue el de la Constitución. "Nadie mejor para dirigir esta política de cooperación territorial que quien ha presidido la mayor comunidad de España durante casi 20 años", dijo ayer Zapatero.