Valencia pone más multas pero recauda menos

Como cada marzo, después de la mascletà, las motocicletas caen como moscas en los controles que, repartidos por Valencia, hace la Policía Local. La de este año ha sido una campaña para comprobar si han pasado o no la ITV, pero ésta cambia prácticamente todos los meses. En época de Fallas, de media diaria y sólo en la plaza de San Agustín, los agentes paran en media hora a unos 300 motoristas, de los que unos 40 son denunciados.

A finales 2008, la recaudación por multas aumentó un 42% con respecto de 2007. Sin embargo, en noviembre del año pasado, sólo se había ingresado un 18%, la mitad que el año anterior. El número de sanciones aumenta, pero los ingresos disminuyen.

"Nadie nos dice que multemos más, pero sí que es cierto que hay competitividad entre los turnos", afirma un policía que prefiere permanecer en el anonimato. Con o sin órdenes directas, la cantidad que el Ayuntamiento esperaba ingresar por este concepto en 2008 roza los 33 millones de euros. A finales de 2008, sólo se habían recaudado seis.

Para Juan Ferrer, concejal socialista en el consistorio valenciano, el objetivo de las multas debería ser educar a la sociedad y no engrosar la caja del Ayuntamiento. "La mayoría de las sanciones se anulan porque no se identifica bien al conductor, por lo que menos multas bien puestas aseguraría su cobro", opina Ferrer. Otras prescriben.

A José le denunciaron el pasado día 2 en el control de fallas. La sanción fue de 750 euros, -450 por llevar una moto con una cilindrada superior a la permitida, 150 por no llevar el casco abrochado y 150 por la grúa-. "Sólo pagaré el coste de sacar el vehículo del depósito", dijo mientras los agentes rellenaban la multa. Y como él, el 80% de los valencianos.