El fiscal insiste en pedir 18 meses para un mendigo por robar pan

El fiscal mantuvo ayer sus conclusiones provisionales y reclamó una pena de 18 meses de cárcel para un mendigo por robar de manera violenta una barra de pan. El juicio del caso se celebró en el Juzgado Penal 19 de Barcelona sin que acudiera el acusado, François S., aunque al tratarse de un delito menor la ley permite declararlo en rebeldía y celebrar la vista sin su presencia. Parece una obviedad, pero como el acusado es un indigente no tiene domicilio conocido y no se le ha podido notificar la citación para que acuda a juicio.

La supuesta víctima del delito, la panadera, tampoco compareció al primer intento de juzgar el caso, el pasado día 30, pero ayer sí lo hizo. La mujer declaró que el indigente la agarró con violencia por el cuello para arrebatarle la barra de pan, mientras que ella tiraba del otro extremo.

Ocurrió el pasado 9 de septiembre, cuando el ladrón logró su ínfimo botín de la panadería El Pan, situada en la calle del doctor Bassols de Badalona. La dependienta explicó al juez que durante el forcejeo por la barra de pan el mendigo profirió unas frases que no logró entender y que la agarró por la solapa. Ni uno ni otro soltaron la barra, que, al final, se acabó partiendo por la mitad. La dependienta se quedó con una parte y el mendigo echó a correr con el resto.

Detenido a la semana

El acusado fue detenido al cabo de una semana, cuando la dependienta telefoneó a los Mossos d'Esquadra porque lo había visto merodeando por la zona. Los tres agentes también acudieron ayer a juicio para declarar. El delito de robo con violencia del que se acusa al mendigo está previsto en el artículo 242 del Código Penal, y castiga con penas de dos a cinco años de cárcel estos hechos. Un apartado de ese artículo prevé que "en atención a la menor entidad de la violencia o intimidación ejercida y valorando además las restantes circunstancias del hecho, podrá imponerse la pena inferior en grado".

Es decir, que el fiscal podría haber solicitado en el juicio entre uno y dos años de cárcel por el hecho si realmente consideraba que hubo delito, pero finalmente ha preferido quedarse en la mitad. Con todo, no deja de sorprender la petición en comparación con las penas que se reclaman a diario en los juicios por otros delitos que producen mucho más perjuicio a las víctimas que el robo de media barra de pan.