De los disturbios a la I+D+i

Cuando, en la década de los 80, los gobiernos de la UCD primero y PSOE después ejecutaron la traumática reconversión, en Galicia trabajaban en el naval unos 17.500 operarios, que representaban el 10% del empleo industrial. Más de 10.000 se vieron afectados por los planes estatales para los astilleros y unas 6.600 personas se fueron al paro.

Las plantillas de Astano en Ferrol y Vulcano y Ascón en Vigo sufrieron al máximo la reestructuración de la industria, y la sombra de los despidos dio paso a un gran conflicto social que salió a la calle en forma de manifestaciones y disturbios. Galicia fue la comunidad autónoma más afectada por el tratamiento de choque, que reformó un sector que hoy vive sus mejores momentos.

Sin ir tan lejos, la patronal del automóvil agrupada en el Cluster apuesta desde hace varios años por la cooperación para mejorar la calidad de los componentes que fabrica y bajar los costes. Se basa en eliminar todos los procesos y operaciones que no aportan valor a la pieza final. Algo parecido a una "reconversión permanente" que se apoya en el centro tecnológico situado en Porriño (Ctag) y que huye de depósitos innecesarios, piezas inútiles, producción defectuosa o fallos en las máquinas.

Las empresas buscan ahora darle una vuelta a ese proyecto y barajan la posibilidad de crear lo que se conoce como el Ctag II. Quieren trabajar en el campo de la electrónica para vehículos inteligentes, nuevos materiales y formación. Y puede que la crisis les ayude a darle el impulso definitivo, traducido en apoyo de la Xunta de Galicia. El foro de I+D+i creado hace un mes para dar recetas contra el deterioro económico estudia conceder ayudas que encajarían sus demandas.