La financiación... en otro momento

El líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, presume de la unidad interna de su partido y de los pocos problemas que le crean sus compañeros. Y ayer lo comprobó una vez más. Todos los intervinientes alabaron su "liderazgo", dentro y fuera de España, para hacer frente a la crisis económica. La crisis no es sólo asunto de Zapatero, sino que a ellos también les piden cuentas los ciudadanos. Y necesitan dinero. Aun así, ninguno preguntó por el asunto pendiente y envenenado de la financiación autonómica, aunque Zapatero aseguró que el acuerdo estará para finales de año.

Pero ayer los barones quisieron hablar de ideología, de la suya, socialista. José María Barreda, presidente de Castilla-La Mancha, defendió el valor de la política "pero no cualquier política", para salir de la crisis, sino la que entraña la defensa de los desfavorecidos. El presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, lo dijo de otra manera: "La economía no es neutra y las soluciones no están al margen de las ideologías".

El líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, señaló que "por primera vez" una crisis no se ataja con abaratamiento del despido y "con la desregulación".

La crisis marcó este cónclave, en el que todos reconocieron que el mejor discurso no fue económico sino el que pronunció Patxi López, sobre su "plan" para el País Vasco: ganar las elecciones de primavera.

Zapatero se mostró seguro de esa victoria, y también en Galicia, con Emilio Pérez Touriño. Y auguró la "sorpresa" en Europa ante la "brillantez y elocuencia" de Juan Fernando López Aguilar, cabeza de lista al Parlamento Europeo.