Unos encapuchados roban una joyería por el método del 'alunizaje'

Cuando llegó a la joyería, el suelo estaba salpicado de cristales y porcelana rota, cuenta Eva María Palencia, encargada de la tienda de Galería del Coleccionista atracada. Un Seat León negro estaba empotrado contra el escaparate. El coche tenía el contacto de arranque manipulado.

El cristal blindado de la tienda, de unos 600 kilos de peso, se venció tras el impacto del vehículo, quebrándose. Las marcas del suelo atestiguaban las maniobras del turismo: había accedido a la acera de la calle de Clara del Rey (Chamartín), en la que faltaba uno de los bolardos, para girar entre dos árboles, ponerse de espaldas a la tienda y embestirla marcha atrás.

Uno de los vecinos, cuyas ventanas miran al número 67 de la calle, donde está el comercio, avisó a la policía del robo. Fue a las cinco y media de la madrugada. Tras el impacto, los cacos entraron a la tienda y se llevaron el botín.

"Se han llevado relojes y joyas", se lamentaba la encargada

"Por lo que vimos en las cámaras de seguridad eran cinco, todos encapuchados. Después de desvalijar la tienda salieron corriendo calle arriba", explicó ayer la encargada de la tienda. Según las primeras investigaciones, los aluniceros emplearon otros dos coches más, situados en los extremos de la calle, para vigilar la vía y emprender la huida tras el robo.

Durante toda la mañana, los empleados valoraron los daños y el precio de los objetos robados. "Se han llevado fundamentalmente relojes y joyas", explicó Eva María Palencia. "Los objetos de más valor los tenemos en la caja fuerte, pero sabían a lo que venían, conocían el material y se han llevado mucho dinero". En esta tienda de Galería del Coleccionista venden desde joyería hasta muebles o prendas de piel.

Según la encargada, hace apenas medio año sufrieron otro intento de robo. "Intentaron romper la luna con una maza", explicó. "Los joyeros trabajamos con miedo", aseguró Palencia, "y eso que tenemos sistemas de seguridad que nos libran de muchas. Pero hace falta más policía en las calles, porque esto está cada vez peor". Junto a ella, Nieves Llorente, de 76 años, vecina y clienta habitual de la tienda, aseguraba: "Hay que pedir más policía a Esperanza Aguirre, que desde que está ella no hay ningún agente en la calle". El despliegue de la policía depende del Ministerio del Interior.

Armando Rodríguez, secretario general del Gremio de Joyeros, solicitó ayer de nuevo el endurecimiento de la legislación para los delitos de robo.