La Alianza elude la petición de adhesión de Georgia

Georgia recibió ayer buenas palabras de los ministros de Defensa de la OTAN, que, sin embargo, no abordaron la cuestión de la prometida adhesión del país. Al mismo tiempo, la hipotética descongelación de las relaciones de la Alianza con Rusia siguió suscitando la división de opiniones entre los miembros.

El ministro de Defensa georgiano, Davit Kezerashvili, se reunió en Budapest con sus colegas atlantistas en la primera sesión política de la Comisión OTAN-Georgia. Ésta se creó en agosto como reacción de apoyo al pequeño país caucásico tras la guerra de cinco días que le enfrentó a Rusia.

La Alianza acordó ayer contribuir con asesores, y no con material bélico, a la recomposición del destruido Ejército de Georgia y pasó revista a los planes de reforma del país. Los ministros de Defensa no entraron a discutir sobre la eventual integración georgiana en la Alianza, sobre la que deberán hacer una primera valoración los responsables de Exteriores en diciembre en Bruselas, conforme a lo previsto.

Tras la invasión rusa en respuesta al ataque georgiano, la OTAN optó por una política de no normalidad con Moscú (no hay reuniones entre embajadores, no hay colaboración militar) que se revisará en un futuro no determinado. El secretario general de la Alianza, Jaap de Hoop Scheffer, consideró prematuro, al igual que diversas fuentes norteamericanas, pronunciarse a partir de las noticias llegadas ayer de Georgia sobre el cumplimiento de la retirada rusa. Dijo que habría que esperar a la reunión del lunes de los ministros de Exteriores de la Unión para ver cómo se puede proceder. Sin embargo, el ministro alemán, Franz Josef Jung, consideró llegada la hora de normalizar la relación con Moscú.