Hasta Elsa Pataky vivió la Fiesta de la Bicicleta

"No te lo vas a creer", repite Francisco la Fuente, de 65 años. Va perfectamente equipado, con casco, maillot y calzado deportivo especial para bicicleta. En la espalda apoya su vehículo de dos ruedas. Acaba de pedalear los 15 kilómetros de la trigésima Fiesta de la Bicicleta. Y también lo hizo hace 30 años, acompañado de su hija. "La llevaba en una sillita, atrás, que me trajeron de Suecia", explica. La pequeña de cuatro años era entonces Elsa Lafuente. Hoy es Elsa Pataky.

Desde aquella primera vez, Lafuente acude cada año a la fiesta, aunque ya no le acompaña su hija, que correría el riesgo de morir arrollada por la masa. Asegura que la fiesta no ha cambiado nada "sólo que ahora participa más gente, quizá demasiada...". En esta trigésima edición, 200.000 personas se inscribieron oficialmente en la fiesta, y otras 100.000 acudieron por libre, sin dorsal.

Lejos quedan ya los 30.000 ciclistas que se echaron a la calle en 1978, a pesar de la lluvia. En esa convocatoria, los cortes en el centro de la capital provocaron tal colapso que el obispo auxiliar de Madrid, Ricardo Blanco, no pudo oficiar la misa de la Virgen de la Almudena. Ayer pocos conductores desoyeron los avisos del Ayuntamiento. La Policía Municipal abrió las vías cerradas al tráfico a medida que avanzaba el pelotón.

Como cada año, muchos se han atrevido con atuendos extravagantes, otros han decidido correr sólo y algún osado se ha marcado la ruta en patines. Entre los niños, los ha habido en triciclos, otros en una suerte de bicicleta cogida a la de su padre. Celia, de cuatro años, y Adriana, de seis, han pedaleado en dos ruedas. "Aunque en las cuestas había que empujarles el culete", reconoce su padre. El año que viene piensan repetir. Sólo piden para el 31º aniversario un poco de agua para los sedientos ciclistas que atraviesen la meta.