El nuevo Puerta de Hierro abre con los laboratorios inacabados

"Esto es un caos". Ésa es la opinión generalizada de los trabajadores del hospital Puerta de Hierro. La dirección del hospital tiene previsto trasladar a lo largo de esta mañana a los últimos pacientes desde la antigua sede hasta el nuevo emplazamiento, en la localidad madrileña de Majadahonda. Un paseo por este nuevo centro, inaugurado el pasado 11 de septiembre con pompa y boato por los Reyes y la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, permite observar laboratorios inacabados y cajas pendientes de ser desembaladas. Los trabajadores de mantenimiento apuran las horas para dar los últimos remates y terminar la mudanza. Los frigoríficos y congeladores tenían que conectarse a los enchufes para evitar que se dañasen las muestras.

El hospital, en cambio, aseguraba ayer que todo está preparado para el traslado. "Cómo vamos a llevar a los pacientes sin poder hacer una analítica, una radiografía o una resonancia", decía un portavoz del hospital. Los trabajadores no piensan lo mismo. "¡Cómo puede haber sólo dos ascensores!", decía una empleada.

La mayoría de los 60 pacientes que permanecen ingresados en el antiguo hospital se encuentran en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Dos enfermeras de esta unidad recorrían los largos pasillos del centro nuevo empujando una silla de oficina en la que se amontonaban varias cajas. "¿Qué tal está la UCI?", les preguntaba una compañera. "Todavía queda", respondía otra.

Los guardias de seguridad del centro sanitario tampoco se han librado de la precariedad. No pueden comunicarse entre ellos porque el edificio carece de la antena que permite el funcionamiento de los walkie-talkies. "Haría interferencia con los aparatos médicos", dice uno de ellos. Desde UGT aseguran: "Cualquier ciudadano se daría cuenta de que el hospital no está preparado".

El hospital nuevo abre sus puertas al público poco a poco. Desde el pasado 16 de septiembre, los primeros pacientes ya pueden acudir a las consultas externas del centro. Los pacientes ingresados en el antiguo hospital llegarán al centro hoy. Los nuevos pacientes (también los niños que estrenarán el servicio de Pediatría y Obstetricia) podrán ser hospitalizados desde el 1 de octubre.

Los responsables de los laboratorios de Hemología y Bioquímica han decidido que la plantilla se reparta entre los dos centros. El hospital niega que vaya a ser así. Aseguran que la prioridad son los servicios asistenciales y la llegada de los equipos de investigación, que según el centro se situarán en este edificio, y es algo secundario.