Las medidas contra el alza del petróleo sólo afectarán a los pobres

El 16% de la población europea, unos 80 millones de personas, vive por debajo del umbral de pobreza y por ello es la primera víctima de la desbocada carestía del combustible y de los alimentos. Para acudir en su socorro se conjuraron ayer los líderes europeos, que lo harán con medidas "claramente dirigidas a ellos y aplicarse en el corto plazo". Tratándose de la UE, la gran declaración política choca con la realidad. A "corto plazo" debe traducirse por "poco tiempo y no antes de octubre". Sobre cómo dirigirlas con precisión a los afectados, no hubo acuerdo, con Angela Merkel y Nicolas Sarkozy discrepando en caliente.

El 16% de la población europea vive por debajo del umbral de pobreza

Los jefes de Estado y de Gobierno expresaron su "inquietud respecto al continuado encarecimiento del petróleo" y su "preocupación por el reciente incremento de los precios de los producto básicos de alimentación", pero se enzarzaron durante horas sobre la estrategia de respuesta a las penalidades agudizadas de ese 16% de la población que vive bajo el umbral de la pobreza en la opulenta Unión Europea, como recordó el primer ministro esloveno y presidente de turno comunitario, Janez Jansa.

Sarkozy defendió, aparentemente en vano, su criterio de que rebajar el impuesto del IVA sobre los combustibles "es una medida de justicia", apelación que hizo cierta mella en algunos países como España e Italia, partidarios de actuaciones de choque a favor de los económicamente débiles. "Respeto las posiciones de mis amigos alemanes, que dicen que hay un mercado al que hay que dejar hacer", manifestó el presidente francés en una conferencia de prensa. "Pero ésa no es mi posición". "Hay distintas filosofías sobre cómo tratar el problema", reconoció, también en público, Merkel. La canciller recordó que ya en 2005, con motivo de otra crisis de precios, los ministros de Hacienda comunitarios acordaron que "no se debe tomar ninguna medida que distorsione la competencia en el mercado único". Por tanto, nada de recortes del IVA, que favorecerían a unos países en detrimento de otros.

El choque entre ambos hizo saltar chispas en sus discusiones a puerta cerrada, iniciadas el jueves por la tarde y concluidas ayer por la mañana, con paréntesis para abordar otras cuestiones. "Yo acabo de firmar la puesta en marcha de la central nuclear francesa número 61, que empezará a funcionar dentro de siete años", replicó en un momento el presidente, según testigos. "Así que no me digas que no hago previsiones".

Alemania y otros países del norte de Europa mantienen que la respuesta a los precios disparados es reducir el consumo, no reducir los impuestos, lo que, además, contribuirá a la lucha contra el cambio climático. En ese punto Merkel contó con el apoyo de España. "La medida más eficaz sería que fuéramos capaces de reducir la demanda", declaró José Luis Rodríguez Zapatero. "Es lo que más presión ejercerá sobre la oferta".

Tras advertir en su declaración final de que "hay que evitar medidas fiscales distorsionadoras y otras políticas intervencionistas que impidan los necesarios ajustes económicos", los líderes europeos invitaron "a que la presidencia entrante,

en cooperación con la Comisión, examine la viabilidad y el impacto de las medidas para suavizar los efectos de los repentinos incrementos de los precios del gas y del petróleo y que informe antes del Consejo Europeo de octubre".

"Se pueden ofrecer también precios especiales para el gas y la electricidad para ayudar a los consumidores más vulnerables", agregó una fuente de la Comisión. "Lo que ocurre es que hay muchos países que ni siquiera tienen definido el umbral de vulnerabilidad".