El Banco de España avisa de un mayor deterioro

El último boletín del Banco de España, publicado ayer, es una colección de malos augurios. Los expertos del organismo supervisor consideran que la "pronunciada desaceleración" que evidencian los datos del primer trimestre, con un crecimiento del 2,7% frente al 3,5% con el que se cerró 2007, está lejos de ceder. Más aún, las primeras pistas de lo que ocurre en este segundo trimestre revelan un deterioro aún mayor.

Las señales de que las malas expectativas sobre la evolución económica y el empleo hacen mella ya en las decisiones de gasto de las familias se acumulan: los sondeos sobre la confianza de los consumidores y de los comerciantes minoristas arrojaban en abril los peores resultados desde el final de la recesión de 1993.

Además del frenazo en el consumo, el boletín del Banco de España vaticina que la inversión en bienes de equipo, muy pujante en los últimos años, moderará su crecimiento, de acuerdo con lo que anticipan los datos sobre utilización de la capacidad productiva y clima industrial. Y que la construcción de viviendas seguirá en caída libre, como apunta el recorte del 50% en el visado de nuevos edificios o, en general, el retroceso en la producción y consumo de materiales como el cemento.

Al desplome de la construcción se une la "atonía" de la industria, que se refleja en el deterioro de la confianza del sector manufacturero o en los malos datos del mercado laboral en abril, con aumento del paro y descenso de las afiliaciones a la Seguridad Social.

El Banco de España señala que la profundidad de la desaceleración también se deja notar en el volumen de préstamos, que ahora crece (la deuda de las familias un 11%, la de las empresas un 15%) a un ritmo mucho menor que hace un año.