"No aceptaría que Cataluña limitase la solidaridad"

Desde el núcleo de las comunidades consideradas pobres, Galicia apela a la solidaridad y a la ponderación de dos factores: el envejecimiento y la dispersión de su población. El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, advierte de que no aceptará que la nivelación de servicios se limite a educación, sanidad y asuntos sociales.

Pregunta. ¿Cuáles fueron sus reivindicaciones en la cena de La Moncloa [celebrada la semana pasada entre Zapatero y los presidentes autonómicos socialistas]?

Respuesta. Partimos de una base común: vivimos una situación de insuficiencia financiera. El actual sistema es como un traje estrecho, estamos desbordados. Es imprescindible revisarlo desde dos principios: de equidad, para que a igual esfuerzo fiscal, idéntico nivel de servicios en todos los territorios, y de solidaridad, que es la palanca fundamental. Porque el coste de cada servicio es distinto en cada territorio y el Estado debe garantizar la nivelación de servicios.

P. ¿Son conciliables todos los puntos de vista?

R. Los presidentes estamos obligados a buscar un acuerdo. Hay diferencias, pero no tanto políticas como de características de cada comunidad. El gasto sanitario de una persona mayor de 65 años es 3,46 veces el de otra de 40. Dispersión y envejecimiento son factores de gasto muy potentes, y hay que conciliar que el sistema sea justo y solidario. Y que sirva para que todos mejoren su financiación per cápita.

P. ¿Considera reconocidas sus revindicaciones?

R. Ésa es la apreciación del presidente del Gobierno, que hay un factor de coste del servicio que hay que ponderar. Galicia también quiere más autonomía financiera y corresponsabilidad fiscal. Estamos comprometidos con los demás, queremos dar la cara, participar más en los tributos del Estado, y también mejorar nuestra capacidad normativa o tributaria. Hemos de buscar una senda de solución, porque a Galicia no le va bien sola; nos debe ir bien a todos para que le vaya bien a cada parte. Nadie le va a imponer el modelo a nadie.

P. ¿Le parece insolidaria la propuesta de Cataluña?

R. Bueno, de entrada, quiero que los ciudadanos catalanes tengan una buena financiación para sus servicios. La clave está en el equilibrio. ¿Dónde está el punto de dificultad? Si desde Cataluña se expresara una limitación a la solidaridad, o un tope al nivel de igualdad de los servicios, eso sí que no sería admisible; ni por nosotros ni por los demás. Decidir cuál es la autonomía que salva a las demás no es bueno para la discusión, porque la igualdad tiene que ser entre ciudadanos, estén donde estén. Apoyo que Cataluña tenga la financiación que necesite para sus servicios, y espero y creo que habrá la misma correspondencia desde el lado catalán.

P. ¿Aceptaría reducir la nivelación de servicios a educación, sanidad y servicios sociales?

R. No es aceptable. El punto de partida es que todos los servicios tienen que tener financiación y el sistema debe ser equitativo, como lo ha sido hasta ahora, sin límites a la solidaridad.

P. ¿Se debe modificar el fondo de suficiencia?

R. Es la variable de cierre fundamental. ¿Por qué? Porque es obvio, aunque a veces pudiera no parecerlo, que la capacidad tributaria propia depende de la marcha de la economía y de la riqueza de cada territorio. Tiene que haber un Estado que garantice finalmente el reequilibrio y la cohesión territorial, y por tanto, la redistribución. Ligar la financiación a la autonomía financiera de cada territorio generaría una desigualdad objetiva.