Encierro en contra del plan Bolonia

La reforma universitaria prevista por los planes aprobados en Bolonia (Italia) no satisfacen a algunos alumnos. Consideran que la propuesta impide participar en la elaboración de los planes de estudio o elegir directamente al rector. También desaprueban la obligatoriedad de las tutorías y los créditos europeos de 25 horas, con un porcentaje no presencial. Lo que más les asusta sigue siendo la conocida clasificación de universidades, que premiará a las facultades que cuenten con inversión privada.

Éstas son algunas de las quejas y peticiones que conforman la larga tabla reivindicativa de los 200 estudiantes de la Hispalense y la Olavide que el miércoles por la noche se encerraron en la sede de la antigua Tabacalera de la Universidad de Sevilla y que ayer se concentraron frente al Paraninfo con 1.714 encuestas rellenas para mostrar a la vicerrectora de Estudiantes, Rosario Rodríguez, que no todos aprueban la implantación de los nuevos planes de estudio.

El objetivo de la protesta es impedir o, al menos, minimizar los efectos de dichos acuerdos, que traerán consigo cambios como el paso de las antiguas diplomaturas y licenciaturas a un primer ciclo con titulaciones de grado y posgrado, seguido de un segundo basado en másteres y doctorados.

"Estamos contentos porque, aunque el rector se ha posicionado a favor de Bolonia, al menos se nos ha escuchado", aseguraba con optimismo Lara Monrosi, representante de la Delegación de Alumnos de la Facultad de Comunicación, tras el encuentro con la vicerrectora.

"Le transmitimos que queremos que los planes de estudio pasen por asamblea de alumnos antes de aprobarse y que no se creen grados que supongan reducción de competencias respecto a las actuales licenciaturas", explicó la delegada.

Los alumnos se reunieron con el grupo Profesores por el Conocimiento, también contrario a Bolonia y acordaron con ellos realizar algunas reivindicaciones en común.