"No hay que hacer mujeres consejeras por ser mujeres"

La consejera delegada de Libertas 7 y vocal en el consejo de administración de PRISA, Agnès Noguera, desaconsejó ayer ante el Foro Empresarial Inede-Pricewaterhouse-Coopers, en Valencia, nombrar como consejeros independientes en sus empresas a mujeres "por ser mujeres". Noguera, que disertó sobre el papel de los consejeros independientes en las empresas familiares, se mostró contraria a estas discriminaciones que anteponen una tendencia social a perfiles que interesan a la propia empresa más allá del sexo.

Asimismo, recomendó no pensar sólo en amigos para el cargo, ni elegir personas sin relación con la realidad o a "muditos y floreros". Y, en ningún caso, utilizar la designación del cargo para pagar alguna deuda, ni mantenerlo cuando ya no cumpla con su labor.

Noguera, que además forma parte de la comisión ejecutiva y de nombramientos y retribuciones del Banco de Valencia y es consejera del comité de auditoría de Adolfo Domínguez, defendió que el consejero independiente debe de aportar visión exterior objetiva y servir de contrapeso entre los consejeros dominicales (representantes del accionista) y ejecutivos. En ese sentido, ajustó su perfil al de una persona que debe de dedicar parte de su tiempo a la compañía, tener conocimientos para analizar el negocio y aportar relaciones y negocios.

Según explicó, la sociedad que dirige, Libertas 7, dispone de cinco consejeros independientes, que configuran el 50% del consejo de administración frente al 30% de dominicales y 20% de ejecutivos, y tienen una remuneración media de 56.000 euros anuales. El 27% de los miembros son mujeres.

La consejera delegada dijo que la mejor receta es el buen gobierno de la empresa, que definió como un proceso en el que se impone la reflexión y la fijación de objetivos, y en el que no hay que implantar reglas por moda sino desde el convencimiento. No es obligatorio, dijo, pero es necesario porque crea valor. "Es una fina lluvia que va calando", concluyó.