Seat anuncia un sorprendente beneficio neto de 170 millones

Los resultados de Seat no dejan de sorprender año tras año. Hace justo quince días, en la comunicación de resultados del grupo Volkswagen en Wolfsburgo, el consorcio avanzó un beneficio operativo de ocho millones de euros para su filial española en 2007, y el presidente del consejo de administración de Seat, Francisco García Sanz, advirtió de que el resultado final fue todavía negativo. Ayer, el fabricante español no sólo sacó a relucir un resultado de explotación de 44 millones de euros, también un beneficio neto de 170.

El vicepresidente financiero de Seat, Jan-Henrik Lafrentz, atribuyó el contraste a que García Sanz "se refería al beneficio antes de impuestos y según el sistema contable alemán, no el español", una de cuyas diferencia radica en la "distinta contabilización de las amortizaciones". Seat pasa de números rojos a negros, según dónde se analicen.

Con todo, los boyantes beneficios de Seat en 2007 tienen algún truco. Cuentan -esta vez sí- con los suculentos dividendos de dos empresas que consolida como filiales, pero que nada tienen que ver con la actividad de Seat. Se trata de la comercializadora Volkswagen-Audi España, que aportó 46 millones, y la planta de Volkswagen en Landaben, de la que Seat se apuntó un dividendo de 39 millones.

En 2006, sin embargo, pese a sumar unos resultados de 157 millones entre las dos, Seat sólo se anotó 17 como dividendo. Ese año, comunicó unas pérdidas de 49 millones. Asimismo, Seat contó en 2007, con atípicos de 18 millones, gracias a la venta de terrenos en la Zona Franca de Barcelona, y con un crédito fiscal de 38 millones, matizó Lafrentz.

El presidente de Seat, Erich Schmitt, se congratuló del regreso a la rentabilidad de la compañía, "un año antes de lo previsto", y auguró un futuro prometedor para la marca, tal como hizo hace dos semanas el presidente del consorcio, Martin Winterkorn. A la "exitosa" acogida de los modelos de la gama Altea XL y del León, este año se sumará el lanzamiento del nuevo Ibiza y el inicio de la fabricación , en Martorell, de la nueva berlina (similar al Audi A4), así como "el 80% de posibilidades" de que se añada el nuevo todocamino Tribu.

La dirección de Seat advirtió de que la "elevada" inflación "está poniendo en peligro la competitividad de Seat y de sus proveedores". El año pasado, pese a despedir a 1.600 trabajadores, los gastos de personal crecieron un 1,2%, hasta 500 millones. Seat pidió contención a los sindicatos.