Galicia se mira en el espejo de la Formación Profesional vasca

Galicia se está mirando en el espejo de la Formación Profesional vasca para importar algunas peculiaridades del modelo y aplicarlas a su sistema. Profesores y alumnos de la FP gallega contarán a partir del próximo curso con un taller de ensayo para demostrarles a los empresarios sus habilidades y compartir proyectos de I+D+i con las universidades. La Consellería de Educación invertirá alrededor de 1,2 millones de euros en crear el Centro de Innovación Tecnológica, un recinto que seguirá el modelo vasco del instituto Tknika, sito en Rentería.

Grupos docentes de FP desarrollarán en sus aulas y laboratorios las investigaciones que les apruebe la Administración y en las que se primarán las relacionadas con sectores productivos clave para Galicia. "Se primarán los proyectos donde la conexión entre la empresa y la educación sea más intensa", señala el director general de FP de Galicia, Antonio Vázquez.

La función de Tknika es colaborar con los centros de FP en el desarrollo de la sociedad de la información y las nuevas tecnologías. Para ello forma a los docentes, impulsa la colaboración con las empresas e involucra a los centros en proyectos nacionales e internacionales.

Firmas punteras

La consellería prevé convocar este mismo verano el concurso para elegir los proyectos que se desarrollarán en el centro. Educación seleccionará sobre todo investigaciones en aquellas áreas temáticas donde Galicia tiene empresas punteras. Entre ellas, madera y mueble, automoción, pesca, energías renovables, textil tecnologías de la información o automatización industrial, un sector que tiene mucha aplicación en la industria del automóvil y del naval.

Los centros de Formación Profesional empiezan a poner en marcha proyectos de innovación que necesitan recintos y tecnologías especiales para salir adelante. Por ejemplo, profesores de hostelería del Centro Integrado de FP Compostela, en Santiago, han desarrollado recientemente una investigación sobre cocina al vacío con científicos de la Universidad de Santiago.

En Ribadeo (Lugo), otro grupo de docentes ha diseñado un seguidor solar, es decir, un panel que sigue el movimiento diario del sol para que sus rayos incidan siempre de forma perpendicular y se obtenga más energía que cuando están en posición fija. Y en Fene (A Coruña), se ha adaptado un vehículo para que pueda ser utilizado por personas que sufren algún tipo de discapacidad.