El triunfo de Clinton mantiene al rojo vivo el duelo con Obama

Hillary Clinton sigue viva electoralmente y dispuesta a dar la batalla hasta el final. Tras 11 derrotas consecutivas frente a Barack Obama y cuando todo parecía perdido para ella, la senadora demócrata se impuso en Tejas, Ohio y Rhode Island. Lo suficiente para seguir en la carrera por la Casa Blanca.

Fueron los sectores que le han sido más fieles -las mujeres, los hispanos y la clase obrera blanca- los que han resucitado su candidatura.

La victoria, sin embargo, no le basta a la aspirante para superar a su rival en número de delegados y, peor aún, no sirve para poner fin a un duelo áspero y plagado de ataques personales que está debilitando al Partido Demócrata frente a los republicanos. Éstos ya han puesto todas sus fichas en John McCain para luchar por la presidencia de EE UU. Ya ha conseguido hasta el respaldo de George W. Bush. En el bando demócrata, a pesar de que quedan 13 primarias, todo indica que serán los dirigentes del partido y no los votantes los que designen al candidato.