Guardias de Arcos protestan por el estado "ruinoso" del cuartel

Medio centenar de agentes de la Guardia Civil protestó ayer ante el cuartel de Arcos (Cádiz) por el "ruinoso" estado de las instalaciones. Es la primera vez que miembros de este cuerpo secundan una protesta desde la entrada en vigor, en 2007, de una ley orgánica que regula el derecho de concentración de los agentes, siempre que estén vestidos de paisano.

José Encina, secretario provincial de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), exigió mejoras "inmediatas" para el edificio de Arcos, que, aseguró, "incumple el Real Decreto sobre Prevención de Riesgos Laborales". "Todas las dependencias del cuartel tienen grietas de gran consideración. Los cimientos de la entrada están casi al aire y hay zonas en las que se han caído hasta trozos de cornisa. Creemos que no es justo que haya guardias civiles trabajando en estas condiciones", explicó Encina, secretario provincial de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC).

Todos los efectivos que ayer por la mañana no estaban patrullando la zona secundaron la protesta, en la que pidieron "más seguridad" para los agentes y para los usuarios que acuden al acuartelamiento a cumplimentar trámites. "¡Queremos que se nos oiga!", exclamaba Encina, novato aún en la práctica del derecho a la manifestación.

La Guardia Civil negó ayer que el cuartel se encuentre "en ruinas", aunque sí admitieron la presencia de grietas en el edificio. La dirección del cuerpo prometió mejoras.