De antenas a fentoceldas

Desde su nacimiento, el móvil ha aspirado a sustituir al teléfono fijo. Aunque el proceso es imparable, las tarifas mucho más bajas de la telefonía fija y la mala cobertura en el interior de los edificios han impedido que esa sustitución sea total.

El primer intento de las operadoras para resolver el dilema han sido los llamados terminales híbridos, teléfonos capaces de funcionar como móviles cuando se encuentran en la calle y como fijos cuando el usuario entra en el hogar o en la oficina. BT, Deutsche Telekom y France Télécom comercializan esos terminales pero no han tenido ningún éxito debido, sobre todo, a la escasez de modelos y su alto precio.

Ahora, las operadoras preparan otra solución: las fentoceldas, pequeñas antenas que se instalan en los hogares e interiores, y que permiten la conexión a la red fija principal de ADSL.

Con esta tecnología, que mejora la cobertura en el interior de los edificios hasta un 60%, se alcanzarían velocidades de descarga de más de 7 Mbps en Internet, y las llamadas desde el hogar o la oficina podrían ser gratis.

Vodafone está llevando a cabo pruebas técnicas con Alcatel y Huawei para implantar esa tecnología en España.