Los padres cocinan para el colegio

Menú del día. Hoy toca comer estofado de seitán, macarrones con salsa de tomate casera y macedonia de postre. Los cocineros: Laia y Adrià, padres de Jan. La Caseta es un proyecto educativo privado en el barrio de Gràcia de Barcelona con 25 niños de dos a seis años y muchos cocineros. La comida la elaboran los padres. Cada día una familia se encarga del menú escolar.

"Cada padre o madre sabe cuántas veces le toca cocinar cada trimestre, aunque no es más que una vez al mes", explica Pere, responsable de La Caseta. La idea surgió de los propios padres y el resultado ha sido un éxito controlado por una comisión de cocina. Si una madre tiene problemas, la sustituye otra. Además de ganar en calidad, ahorran.

"Establecimos unos criterios, una forma de entender la alimentación. Fundamentalmente es un estilo vegetariano que busca el equilibrio entre las legumbres, las verduras, los cereales y las frutas", explica Pere. En La Caseta no comen carne, y pescado, una vez a la semana. "Buscamos una dieta que resulte neutra para que a nadie le vaya mal", añade Pere.

Todo es producción biológica y se evita la bollería, el azúcar y la harina refinada. Cuando hay una fiesta en La Caseta, los niños no llevan chucherías como las nubes o los gatos de regaliz. Hay otras alternativas, como un pastel casero elaborado con harina integral.