Libros en una caja de cristal

La Biblioteca Foral de Vizcaya, una de las más importantes del País Vasco, inauguró ayer sus nuevas instalaciones tras cuatro años de reformas. El coste total de las mismas supera los 18 millones de euros y su resultado más espectacular es haberse convertido en un edificio revestido de vidrio transparente.

El centro ha ganado 10.000 metros cuadrados con la reforma, lo que representa un incremento de su superficie en un 170%. Sus 300.000 volúmenes quedan repartidos en doce kilómetros y medio de estanterías distribuidos en seis plantas, a las que hay que sumar tres subterráneas para aparcamientos. Ocupa ahora, además del edificio original, el inmueble anexo del Conservatorio y dos nuevos espacios: la torre de oficinas, construida con cuarcita procedente de China, y el contenedor de libros, revestido de vidrio transparente con letras serigrafiadas. Este material permite ver día y noche desde la calle, gracias a una iluminación especial, los libros que almacena, efecto por el que el diputado general, José Luis Bilbao, auguró que el edificio será "la nueva postal" de la ciudad.

En esta zona, construida bajo "extremas" medidas de seguridad y protección térmica, se conservan los libros más antiguos y valiosos: cuarenta obras incunables (primeras obras impresas hasta el año 1500); el ejemplar más antiguo, datado en 1472; 624 ejemplares manuscritos y más de diez mil volúmenes de obra antigua, entre ellos el Fuero de Vizcaya de mayor antigüedad, de 1528.

La diputada de Cultura, Belén Greaves, destacó los nuevos servicios creados, como documentación bibliotecaria, bibliografía, heráldica y hemeroteca, puestos de acceso a Internet y una zona de red inalámbrica (wifi). Greaves celebró que las obras se han desarrollado sin cerrar el edificio al público ni trasladar sus fondos. La Biblioteca organizará visitas guiadas para dar a conocer todas las novedades a la ciudadanía.